68. De vuelta

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Pov Boggi

—...creo que te verías increíblemente mejor sin ella.— le dije mientras la sujetaba de sus caderas. Un tenue tono rosado pinto sus mejillas, se veía mona.

—Y yo creo que tienes razón...— retracto lo dicho, se ve sexy. Se acercó y me planto un beso en los labios, le seguí el beso mientras le acariciaba su cintura y sus caderas.

Maria se movió un poco encima mío, deje escapar un pequeño gruñido sobre sus labios, para después continuar el beso.

Había estado esperando esto por mucho tiempo, no iba a perder ni un segundo más.

Nuestras respiraciones se hacían cada vez más pesadas conforme avanzaban los segundos. Me separé de ella solo lo suficiente como para verle a los ojos. Maria me sonrió dándome permiso, ya está. Lo vamos a hacer.

Con una sonrisa volví a poner mis labios sobre los suyos, la cargué y en un movimiento rápido, yo ya estaba encima de ella. Desvíe mis besos a su cuello mientras me desabrochaba los botones de mi camisa.

Maria cerró los ojos dejando escapar pequeños jadeos, cuando los abrió, las pupilas de sus ojos se dilataron al ver mi pecho desnudo. Se mordió su labio inferior y con una sonrisa divertida se quitó mi camisa.

Puso sus manos en mi cuello y me atrajo hacia ella, comenzó a besarme con más fuerza, como si lo necesitara. Me quite el cinturón de un tirón y con su ayuda me quite los pantalones.

Entre pequeñas risas la ayude hasta que los dos quedamos completamente desnudos. —Te extrañe tanto...— le dije. Maria sonrió y volvió a juntar nuestros labios.

Podía sentir mi miembro rozando su entrada, María jadeaba y gemía en mi oído, podía ver lo necesitada que estaba y me encantaba verla así.

—Aah...Bogg...—apenas y podía hablar, con sus ojos cerrados tiraba la cabeza hacia atrás.

Tome sus brazos y con una mano le sujete sus muñecas por encima de su cabeza. Le di la vuelta, ahora la tenía de espaldas, observé su cuerpo, es simplemente perfecta.

—¿Lo quieres?—le pregunté mientras le dejaba pequeños besos en su nuca y espalda. Sentía como su piel se erizaba por el contacto.

Maria asentía, incapaz de formar palabras debido al placer que estaba sintiendo. Me acerqué a su oído. —Dilo.

Coloque una mano en su cuello y otra en sus caderas. Di otro roce, causando que esta gimiera y que yo soltara un jadeo. La necesitaba, pero quería las palabras.

—Bogg...por...por favor...— chasquee la lengua, y di otro tentativo roce. Maria gimió. —Las palabras hermosa, ¿Quieres que te folle?

Maria gimió y asintió repetidas veces. Estaba hecha un desastre, tan desesperada, anhelándome. —Si Bog...— entre sólo un poco.

Estaba tan excitado que casi termino ahí mismo, pero no, necesitaba que lo dijera. Maria tomó aire al sentirme y apretó las sábanas con su mano.

—Bogg...solo...hazlo...— salí y entre poco más que la primera vez. Deje de sujetar su cuello para agarrar su cabello en un puño.

Amor desde España | JustboggiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora