06. Interrupciones

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Boggi insistió en que me quedara a cenar con ellos, no quería ser una carga pero los gemelos también insistieron así que acepte.

Emilio e Iván preparaban la cena mientras los acompañábamos en la cocina.

De repente los gemelos se peleaban y se insultaban entre ellos, eran muy divertidos y todos eran muy lindos conmigo, me encantaba que ninguno me excluía.

La verdad que me la estaba pasando muy bien con los tres.

Cenamos pizza preparada por los gemelos. Descubrí que Emilio ama la pizza con piña lo cual me causaba risa porque yo detesto la piña.

—¡Pero si la pizza con piña es lo mejor!— Emilio me miraba atónito, no lo podía creer. Hice una mueca mientras negaba con la cabeza.

—Claro que no, qué onda contigo, la pizza y la piña no se llevan.— Mi comentario hizo que Ivan se riera.

—Ves hermanito, eres al único al que le gusta la pizza con piña.— Emilio se hizo el indignado, pero de juego, aún así me veía con una sonrisa.

Acabamos de cenar y ayude a levantar el desastre. —Muchas gracias por todo chicos, pero ya es algo tarde, es mejor que me vaya.— voltee a ver la hora en mi reloj, eran las 09:27.

—¿Estas segura? Ya es algo tarde, te puedes quedar a dormir aquí si quieres, no hay problema.— Boggi me miraba esperando una respuesta.

Dude un poco, decidí que nada malo podría pasar, total es solo una noche aquí y me podría ir mañana temprano.

—Bueno está bien. Emilio, Iván ¿no les molesta?

—Claro que no Maria, te puedes quedar siempre que lo necesites.— Los dos me dedicaron una sonrisa antes de subir las escaleras y desaparecer.

—Ven sígueme, te puedo dar algo de ropa para que estes mas cómoda si quieres. — Le sonreí, estaría perfecto, esta ropa me estaba matando.

Seguí a Boggi a su cuarto, era muy grande y muy bonito, tenía luces led en las paredes, una cama grande y una ventana que daba a un balcón

Después de rebuscar en su guardarropa me prestó unos shorts y una playera que estaba segura me iba a quedar casi como vestido. Olían muy bien.

Me metí al baño, en cual también era muy grande, me di cuenta de que había otra puerta pero como no es mi casa decidí no andar de metiche.

Me cambie, me puse la ropa de Boggi y justo cuando iba a salir escuché como esta puerta se abría, me espanté y me di la vuelta para ver que estaba pasando, Emilio apareció detrás de esta.

No traía ropa aparte de unos pantalones de franela. Trague saliva y sentí como el calor llegaba a mis mejillas. Emilio se sorprendío al verme ahí y se pasó su mano por su cuello nervioso.

—Maria...yo- no sabía que estabas aquí, perdón.— Regresé a la tierra y negué con la cabeza.

—No te preocupes yo ya...ya me iba.— Emilio se rio nervioso, se recargó en la puerta detrás de él y cruzó sus brazos enfrente de su pecho desnudo.

Desvíe la mirada de su cuerpo y me vi en el espejo, por el espejo vi como Emilio me miraba.

—Por si te lo preguntas, yo comparto baño con Bog, es por eso que aparecí de la nada.— Solté una risa nerviosa y asentí.

—Si bueno...yo...te dejo.— Busqué con mi mano la manija de la puerta pero su presencia me puso nerviosa y por accidente tire unas cosas que tenían en un estante.

—Mierda, lo siento.— me agache y me puse a recoger las cremas y las botellas. Emilio se rio y se agachó junto conmigo.

—No pasa nada, venga. Te ayudo.— entre los dos recogimos todas las cosas que había tirado.

Mientras tomaba la última botella su mano se colocó encima de la mía. Voltee hacia arriba y mis ojos se encontraron con los suyos.

Sentía como me ruborizaba, Emilio se sonrojó y quitó la mano. Nos levantamos y le tendí la botella, Emilio me sonreía.

—Si soy un desastre, no me hagas caso. — dije mientras me acomodaba un mechón de pelo detrás de la oreja. Es algo que hago cuando estoy nerviosa.

—Te ves linda.— escuché que dijo en un susurro apenas audible. —¿Perdona?— me hice la tonta.

—Nada, este- Buenas noches Maria.— asentí y rápidamente me dirigí a la puerta, deseando salir de esta situación lo más rápido posible.

—Buenas noches Emilio.— cerré la puesta detrás de mi antes de darle tiempo a que me contestara.

Cuando salí Boggi estaba viendo por la ventana, se volteó hacia mi y por un breve instante me olvidé de todo lo que acaba de ocurrir con Emilio.

—Te ves hermosa.— Sentí como mis mejillas se ponían rojas. —Que va, solo es una playera y ya.— Le dije tímida. Estaban ya siendo demasiados cumplidos para una noche.

—Aún asi te ves hermosa.— Sentí su mirada en mi. Trague saliva, poco a poco Boggi se me acercaba más, con cuidado, como si tuviera miedo de mi reacción.

Llegamos a estar tan cerca que hasta podía sentir su respiración en mis mejillas. Muy lentamente con su mano, tomó mi brazo.

—¡Bog! ¿Estás ahí? Tengo que preguntarte... ay perdón! Nono ya me voy enserio. Sigan. ¡Sigan!— Iván salió corriendo del cuarto. Vaya momento eligió para interrumpir.

Boggi y yo nos separamos bruscamente y nos reímos nerviosos. Mucho había pasado en muy poco tiempo. Estaba atónita, Boggi me iba a dar un beso, me quería besar.

Me sorprendí al ver que yo también quería besarlo. Rápidamente cambie de tema.

—Bueno mmm...¿Dónde me voy a quedar?—Quería romper la tensión que se había creado. Boggi me seguía mirando, como si quisiera retomar lo que estuvimos apunto de hacer.

—Ah si, claro. Mira es por aquí. —Salimos de su habitación y me guío a la puerta de enfrente. —La habitación de invitados está enfrente de la mía. Cualquier cosa que necesites, estoy enfrente tuyo.

No podía creer que lo amable que este chico estaba siendo conmigo. —Muchísimas gracias Boggi, por todo.— Me sonrió, sus ojos y los míos no se podían separar, yo estaba recargada en la puerta cerrada de la habitación.

Boggi se acercaba cada vez más a mi, sin separar su vista de mis ojos, cuando estábamos a centímetros de distancia su mirada bajo a mis labios. Puso una mano en la puerta a lado de mi cara, me sonrojé, me estaba poniendo muy nerviosa.

Y creo que fue eso precisamente, los nervios, los que hicieron que por accidente jalara la manija de la puerta y esta se abriera. Ambos caímos hacia adentro de la habitación.

Me empecé a morir de la risa, ambos estábamos tirados en el suelo, no podía parar de reír. —Boggi...de verdad...lo siento mucho.— Lo decía entre risas y aunque Boggi al principio no se reía, se acabó riendo junto conmigo.

—Descansa Maria, nos vemos mañana va?— Me sonrió tímido y yo le devolví la sonrisa. Debe pensar que estoy idiota o algo.

—Buenas noches Boggi.— Salió de la habitación sin decir más y yo me tumbé en la cama.

No podía creer todo lo que estaba pasándome. Por un lado está Boggi, y lo increíble que esta siendo conmigo y lo guapo que es...y el hecho de que me quiere besar y que en el fondo...yo también lo quiero besar...todo esto estaba empezando a hacerme un lió en mi cabeza.

¿Me gusta? No lo creo, lo llevo conociendo literalmente desde hace un día. ¿Podría tener algo con el? Si lo intentara...probablemente si.

Sin embargo, una pequeña voz en mi cabeza me recordaba a Emilio. La hice a un lado. Una chica, dos chicos. Eso no lleva a nada bueno.

Como pude me quedé dormida.

Amor desde España | JustboggiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora