33. Secreto

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Me encontraba tocando la puerta de la habitación de Jimena.

—¡Ya va!— Se abrió la puerta y encontré a Jimena empujando a Emilio para que se saliera.

—Nos vamos a arreglar Mili, así que largo.— Emilio me volteó a ver.

—Lo que ella dijo Emilio, fuera.— Nos empezamos a reír y Emilio se encaminó a mi habitación para encontrarse con Boggi.

Entré con Jimena y me tumbe en la cama. Eran las 0745, ya casi iban a dar las 0900 y todavía no estábamos preparadas para la fiesta.

—Bien, ¡manos a la obra!— Jimena me sentó en una silla enfrente de un espejo y me empezó a maquillar.

Puse música y cantamos y platicamos
mientras me maquillaba.

—¡No te muevas!

—¡No me estoy moviendo!— La verdad que si me movía un poco, pero es que me daban cosquillas.

Terminó de maquillarme, fue algo simple,
no tan cargado. No me gusta usar mucho maquillaje la verdad.

Seguimos arreglándonos, y así estuvimos el resto de la tarde. Al final tengo que decirlo, nos veíamos hermosas.

—Jimena te luciste con el maquillaje y la ropa.

—Tu también ayudaste a elegirla.— Las dos sabíamos que era mentira. Prácticamente ella compró la ropa mientras yo la seguía a todas partes.

Jimena traía un vestido corto negro casual, que le hacía juego con unas bonitas zapatillas. Yo en cambio traía puesto un vestido plateado con tirantes pegado que resaltaba mis curvas.

Eran alrededor de las 0910 cuando estábamos listas y oímos toques en la puerta.

—¡Si ya vamos!— Agarramos nuestras bolsas y salimos de la habitación.

Iván, Emilio y Boggi estaban afuera recargados sobre la pared viendo sus celulares.

Voltearon a vernos. Al instante sentí la mirada de Boggi en mi, me miraba de arriba a abajo. Observándome encantado.

Vi como Iván le daba un codazo. —Hey Bog, ¡Espabila hombre!— Boggi volvió en si.

Sentí como me ruborizaba.

—No me veas así tonto.— Se acercó a mi con una sonrisa en sus labios. Pasó sus brazos alrededor de mi cintura.

—Te ves preciosa.— Le sonreí y le di un pequeño beso.

—Gracias.

Por otro lado, Emilio no paraba de ver a Jimena y cuando ella lo volteaba a ver este se sonrojaba y se reía nervioso.

Iván se abrió paso entre Boggi y yo y nos pasó un brazo por nuestros hombros. —¡Vámonos de fiesta mis guates!

Pedimos un Uber y Jimena le dio la dirección de la casa de su amigo. Escuchamos la fiesta antes de verla.

La música estaba a tope y había muchas personas. Entramos a la casa, un chico alto, de piel blanca con pelo negro rizado se nos acercó.

—¡Hola nena! ¡Que bueno que viniste!— Jimena brinco a los brazos del chico y se abrazaron. Al parecer eran buenos amigos.

Nos presentamos y al parecer se llamaba Mauricio. Nos dejo y cada quien se fue por su lado.

Nos dieron una clase de alcohol y tome pequeños sorbos para entrar en ambiente. Sentí como raspaba mi garganta. No hice caso y tomé otro sorbo. Ya era mucho mejor.

Amor desde España | JustboggiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora