27. Solos

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Pov Emilio

Oí como los chicos salieron de la habitación dejándome a solas con Maria.

Estaba en el baño. Tratando de procesar lo que acaba de pasar. 'Maria alentó a Bog para que se fuera con ellos.'

Eso solo podía significar una cosa. Quería hablar conmigo.

He querido hablar con ella desde la última vez pero siempre que me acercó o intento hacer algún movimiento ella se cierra y no me deja actuar.

Y con justa razón. No se que haríamos si estuviéramos a solas en una habitación. Justo la situación en la que nos encontramos ahora.

Maravilloso.

No me puedo quedar escondido en el baño todo el tiempo. Suspiré y salí, ella estaba ahí, en el sofá, mirando algo en el teléfono. Cuando me escucho salir alzo su rostro.

—Hola...— Maria me miraba, sin expresión en su cara. Dejó su celular a un lado y me sonrió, aunque fue más una sonrisa forzada.

—Hey...— No supe que más contestar.

Parecía que pensaba en algo. Me senté en la otra punta del sofá. Lo más alejado posible que podía estar de ella, me conocía.

Había un silencio incómodo. Trataba de pensar en alguna forma de romperlo cuando Maria habló.

—Emilio...ehmm, ¿Cómo-cómo as estado?

Alcé una ceja, intrigado. ¿Cómo había estado? 'Oh pues fíjate que tuve que verte todo este tiempo con mi mejor amigo, queriendo ser el con todas mis fuerzas.'

Bien, supongo. Todo normal.— Aleje mi mirada de ella. Por el rabillo del ojo vi como Maria asentía lentamente.

Después de un rato que pareció ser una eternidad vi como tragaba saliva y se acomodaba un mechón de pelo detrás de la oreja. Estaba nerviosa.

—¿Qué tal México?— No me miraba a los ojos, paseaba su mirada de la ventana a la mesa y de la mesa a la cama y vuelta otra vez, sin verme.

—Es muy bonito.— Seguía huyendo mi mirada.

—Y...¿Qué tal Jimena?— Fruncí el ceño. Ok, esto no tiene sentido. La voltee a ver confundido.

—Mar, ¿Q-qué estás haciendo?— Claramente estaba apenada, un leve tono rosado empezaba a pintar sus mejillas. Me volteó a ver a los ojos.

—Yo no se...es solo una pregunta, solo quería saber.— Hice una mueca, aún más confundido

—Pero, ¿saber qué?— Vi como se acomodaba en el asiento, sus ojos viajaban de un lado a otro, sin verme a la cara.

—Saber que se traen ustedes dos. Que te traes con ella.— Mi rostro se relajo un poco. ¿Eran celos? Pues no tenía que preocuparse por ella.

—Nada, no me traigo nada. No nos traemos nada.— Maria solo alejo su mirada, volteando a  ver la ventana, no se decir si se relajo o si solo se estresó más.

La verdad que Jimena es muy bonita, y se que si lo intentara podría llegarme a gustar y podría tener algo lindo con ella.

Pero no quiero tener algo con ella, no es ella a la que quiero. La que quiero esta aquí, conmigo. En la otra punta del sofá.

—Es muy linda. Se-se verían muy lindos juntos.¿Sabes?— Me acerqué a ella un poco, cuando se dio cuenta de esto me volteo a ver.

—¿Eso quieres?— Quería saber que opinaba al respecto. Quería saber que no hay ninguna posibilidad de que pueda ser mía.

Amor desde España | JustboggiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora