97. Epílogo I

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CINCO AÑOS DESPUÉS

Bogdan Gnatovich

La alarma de Jack me despertó por completo. Gruñí cuando me di cuenta de que no se detenía. —¡Joder apaga eso!

La alarma seguía sonando. Estúpido Jack. Me levanté como pude y caminé a su lado de la habitación, dispuesto a terminar esta tortura.

Lo volteé a ver. El idiota sigue dormido, juraría que el mundo podría estarse acabando, y este ni siquiera movería un dedo. Duerme mas que respira.

Lo tiré de la cama y no pude esconder mi sonrisa cuando lo vi protestar en el suelo. —Si eh, que risa mira como me rio ja ja...

Me reí al escucharlo y lo ayudé a levantarse. —Te estoy haciendo un favor, vamos a perder los vuelos.

Los ojos de Jack se abrieron en sorpresa, ¿por qué me sorprendo? Se le olvida todo, es por mucho. la persona más olvidadiza que conozco.

—¿Vacaciones de Invierno? ¿Te suenan...?— me gusta molestarlo. Jack me alzó el dedo y se puso a buscar entre sus cosas.

—¡Al fin! No tienes idea de cuanto estuve esperando este día.— Sonreí junto con el. A ninguno de los dos nos gusta la Universidad, es una de las muchas cosas que tenemos en común.

—Al menos ya nos vamos de aquí.— Jack asintió, se le veía emocionado y razón tenía. Este semestre fue una verdadera tortura, nos urgen demasiado las vacaciones.

—¿Listo pelinegro?— Ya ni siquiera le digo nada. Después de cinco años escuchando el mismo apodo, uno se termina acostumbrando.

Sonreí y le tiré las llaves. — Larguémonos pelirrojo.

Cuando llegamos al aeropuerto no pude evitar emocionarme. Maria y yo casi no nos vemos desde que entramos a la Universidad.

Ella decidió quedarse en Barcelona, alegando que teníamos casa ahí y yo por otro lado termine estudiando en Londres, solo porque mi papá insistió mucho en que era una buena oportunidad.

Como sea, llevamos cinco años viéndonos casi cada seis meses y la verdad es una tortura. Un país entero nos separa el uno del otro pero aún así hemos hecho que funcione, no me veo con otra persona, simple y sencillamente es ella.

Y de hecho, últimamente he estado pensando solo en eso. En que estoy perdidamente enamorado de ella.

—¿Otra vez pensando en ella?— Puse los ojos en blanco y le tiré una mirada cansada a Jack.

—Cada vez que pones esa cara de bobo es porque estás pensando en ella.— Abrí la boca para protestar pero su risa es muy contagiosa así que me termine riendo con el.

—Pelirrojo, ¿no tienes nada mejor que hacer?—  pregunte entrecerrando mis ojos. Jack solo se encogió de hombros y me sonrió.

—No, me gusta molestarte.— Suspiré ya acostumbrado a como es. Es un buen chico, lo conocí porque nos toco ser "roommates" y fue un tremendo alivio tener con quien hablar español en una escuela llena de británicos.

—¿Lo vas a hacer?— me preguntó de repente. Le tiré una mirada cómplice. No voy a mentir, llevo años queriendo hacerlo. Pero decidí que cuando termináramos de estudiar lo haría.

Amor desde España | JustboggiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora