43. Hagámoslo

1.4K 111 5
                                    

—¿Estás bien?— Volteé a ver a Boggi preocupada, se le veía nervioso. Me volteó a ver y me regaló una sonrisa.

—Claro, ¿Por qué no lo estaría?— Me dio un beso en los labios y su mirada cayó en Iván, el cual también nos veía.

—Bueno chicos, Olivia supongo que te vas a quedar aquí ¿No?— Emilio volteó a ver a Olivia, la cual sonrió nerviosa.

—No, no creo. No quiero ser una molestia. Además tengo amigas aquí en España y ya quedé para quedarme con ellas.

Iván asintió al escuchar lo que decía Olivia, ni siquiera se veía molesto ni triste ni nada.

—Ya es algo tarde, ¿Quieres que te lleve?— Iván se ofreció y Olivia le sonrió. —Uhh chofer personal, me gusta la idea.

Iván se rió y le guiñó un ojo. —Cuando quiera señorita.— Se levantó y le tendió la mano. Olivia se la aceptó contenta y se dirigieron a la salida.

Note como Boggi se les quedaba viendo mientras se iban. —Hey hey, que la chica no te esta robando a Iván.— Boggi me volteó a ver algo sorprendido.

—¿Cómo?— Me empecé a reír. —Tranquilo Boggi, es una broma.— Boggi se rió, aunque fue más como una risa forzada.

—¿Seguro que estas bien?— Ahora me tenia algo preocupada. —Si nena, no te preocupes.

Di un respingo al escuchar lo de nena y Boggi lo noto. Se acercó a mi oído. —Te estás poniendo nerviosa guapa.

Sentí como un escalofrío recorría mi espalda. —No se de que hablas.— Boggi se rió de mi y me dio un pequeño beso en el cuello.

—¡Hey hey que estamos aquí tío!— La voz de Emilio me bajo de mi pequeña nube.

—¡Emilio déjalos! Nosotros nos vamos nenes.— Jimena jalo a Emilio y antes de salir nos guiño un ojo.

Estábamos solos. No había nadie más en la casa. Boggi me volteó a ver y me sonrió travieso. Ya no se le veía incómodo y yo ya sabía a dónde iba esto.

De repente sus labios ya estaban sobre los míos. Lo jale hacia mi y Boggi me recostó en el sofá, se colocó encima mío mientras seguía dejando pequeños besos y mordidas en mi boca, en mi oreja y en mi cuello.

Sin pensarlo mucho lo ayude a quitarse la camisa. —¿Ya tan rápido hermosa?— Me reí nerviosa pero decidí no echarme para atrás.

—Cállate y bésame.— Boggi alzó una ceja al escucharme y no tardo ni un segundo en hacerme caso.

Nos seguimos besando. Boggi pasaba sus manos por mi cuello, mi cintura y mis caderas. Realmente se sentía muy bien sentir sus manos acercándome a él.

Sentía como su respiración se aceleraba. Lo voltee a ver a los ojos, dispuesta a terminar lo que habíamos empezado. —Hagámoslo.— Este asintió y me levanto del sofá, cargándome, entrelacé mis piernas en su cintura y me llevó a su habitación.

Entre jadeos y pequeños gemidos me recostó en la cama.

Empezamos a besarnos de nuevo. Primero lento y luego cada vez más rápido. Nuestras respiraciones acelerándose cada vez más conforme pasaban los segundos.

Ahora Boggi me ayudo a mi a quitarme la blusa, quedando en sostén. Nos seguimos besando un rato, Boggi empezó a bajar sus besos a mi cuello y luego a mis pechos.

Se sentía bien, se sentía muy bien. Necesitaba más. Cambiamos de posición. Ahora yo estaba encima de él, le empecé a desabrochar los pantalones. Dejándolo solo en bóxer.

Mis manos se dirigieron a ese bulto notable. Empecé a frotarlo suavemente por encima del bóxer. Boggi puso los ojos en blanco mientras jadeaba y echaba su cabeza hacia atrás.

—Maria....ah-ah....— Era maravilloso verlo así.

Empecé a besar su cuello, dejando pequeñas marcas antes de subir a sus labios y darle un largo beso.

Cambiamos de posición. Boggi se puso encima mío. Me volteó a ver a los ojos. —¿Puedo?

Entendí a que se refería. Estaba muy excitada así que lo único que pude hacer fue asentir. Apenas y podía formar palabras.

Boggi se acercó a mi oído. —Necesito una respuesta directa hermosa.— Sus palabras causando que escalofríos bajaran por mi espalda.

Lo voltee a ver a los ojos. —S-si, claro que puedes.

Boggi se rio un poco mientras me quitaba mi short junto con mi ropa interior y yo me quite el sostén lentamente. Boggi me observaba, admirado.

—Eres preciosa.— Le sonreí tímida mientras me sonrojaba. Boggi se acercó y me beso rápidamente mientras se quitaba el bóxer quedando así completamente desnudo.

—¿Estás lista?— Asentí, después recordé lo que me había dicho hace rato. —Si.

Boggi entró. No voy a negar que si dolió, dolió mucho. Agradecí que al principio no se moviera tanto para que me acostumbrara a la sensación.

Poco a poco empezó a dar embestidas lentas. Y conforme avanzaba el tiempo, el dolor desapareció causando que en su lugar solo sintiera placer.

—Mierda Bogg...— logré apenas decir entre jadeos. —Ma-más rápido.

Boggi colocó sus manos en mis caderas y comenzó a dar embestidas más rápidas y más fuertes llevándome al cielo. Se sentía increíble.

—Joder Maria ahh...— Boggi soltaba pequeños gemidos haciendo que me excitara más.

—Boggi...así Bog...ah-ahh sigue!...— Tire mi cabeza hacia atrás mientras arqueaba la espalda. Simplemente no puedo describir todo el placer que estaba sintiendo.

—Puta madre Mar...Si-sigue diciendo mi nombre...

Los dos gemíamos sobre los labios del otro. Incapaces de detenernos. Solo esperaba que nadie estuviera en la casa porque si no, se enterarían de todo.

Así estuvimos un rato antes de que los dos nos corriéramos. Acabé cansadísima, ambos jadeábamos y respirábamos agitadamente, todavía recuperándonos de lo que acababa de pasar.

Boggi se acosto a lado mío mientras me daba un beso en mi frente y me abrazaba.

—Estuviste...increíble.— Sonreí al escuchar lo que me decía. —Tu también.— Me voltee para verlo y le di un beso largo.

Después de estar un tiempo abrazados y de intercambiar pequeñas frases decide que me metería a bañar.

—Me voy a bañar ¿va?— Boggi asintió. Me paré de la cama y me dirigí hacia al baño.

Noté como mis piernas me temblaban, además caminaba raro, incluso podría decir que me dolía un poco. A Boggi se le salió la risa.

—¿Tan bueno soy?— Lo voltee a ver y rodé los ojos riéndome. Me encerré en el baño y me di una buena ducha.

Cuando salí encontré a Boggi arreglando la cama. Había cambiado las sábanas. —Ahora es mi turno, ahorita vuelvo.— Se metió al baño y yo solo me recosté en la cama ya limpia.

Suspiré y sin poder evitarlo me empecé a reír. Había sido increíble.

-

-

-

-

-

____________________________

Quiero aprovechar y darles las gracias por todo el apoyo! Nunca creí que esta historia llegaría a ningún lado. Muchas gracias!

-Autora.

Amor desde España | JustboggiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora