Capitulo 52. Al fin

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Capitulo 52

—Adelante—  digo en voz baja cuando escucho que tocan la puerta. Christian al fin se durmió y no quiero despertarlo.

Ha estado toda la tarde enojado y renegando, ya quiere irse de este infernal hospital. Según sus palabras.

—¿Cómo esta el hermanito mas… —

—Shhh…— interrumpo a Mia llevando mi dedo índice frente a mis labios en señal de que guarde silencio. Entra alegre y gritando. De verdad no quiero que Christian despierte, necesita mucho descansar.

—Lo siento, no sabía que dormía. — se disculpa hablando en tono bajo también.

Se acerca a mí dándome un beso en la mejilla. —Hola Ana.—

—Hola Mia — la saludo levantándome del sofá que se encuentra en la habitación a lado de la cama de Christian.

—¿Cómo están? Supe que el muy idiota no quería verte.—me dice señalando a Christian con la mirada.

—Estamos bien, ya arreglamos las cosas.

—Menos mal, porque si no iba hacer que entrara en razón, así fuera a golpes. — comienza a exaltarse y a subir el tono de voz.

—¿Por qué no hablamos afuera? De verdad no quiero que se despierte.

—Claro… — asiente y la tomo del brazo llevándola hacia fuera.

—¿Y tu como estas Ana? De seguro no has dormido nada…— empieza a decirme en tono de regaño.

—Estoy bien, no tengo sueño. Por ahora. — intento darle una sonrisa.

—¡Ana! No me mientas, tu cara te delata. Necesitas dormir un poco, ha sido un día muy largo y este pequeño lo merece. — me dice acariciando mi vientre.

—Lo sé, pero no quiero dejarlo solo.

—No lo dejaras solo, yo me quedare con el ogro. — sonrió al escuchar como acaba de llamarlo.

—Yo… no se… 

—Además necesitas comer, porque te aseguro que tampoco as probado bocado desde que te obligue a hacerlo. — hago una mueca, esta mujer ya me descubrió.

—Anastasia, no me obligues a llamar a alguien a que venga por ti y te lleve en contra de tu voluntad a casa.

—Bien. Iré. Pero me tendrás informada de cualquier cosa.

—Sabes que lo hare, anda ve a buscar a Taylor para que te lleve. — me dice empujándome un poco hacia la salida.

—Quiero darle un beso de buenas noches

—No lo hagas mas difícil, además no queremos despertarlo. ¿Recuerdas?

—Es solo un pequeño beso.

—Sí, pero con el inmenso amor que se tienen ese “pequeño beso” seguro lo despierta. ¿No te leyeron cuentos de pequeña? — su comentario me saca una pequeña risa.

—Cuídalo — le ordeno.

—Sí, sí. Ya vete.

Me alejo de ella refunfuñando y voy en busca de Taylor.

Me dirijo a la sala de espera y ahí está con el periódico en una mano y un vaso con café en la otra.

—¿Taylor? — lo llamo.

Se sobresalta al escucharme levantándose y dejando el periódico y el café en la mesita que tiene al frente.

—Señora

Bebé Grey: Parte IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora