CAPITULO 4
Hay bebés por todas partes, veo de lejos y soy incapaz de moverme, no puedo estar más cerca de ellos. Los ojos de Christian están rojos de ira y tiene un bebé sobre sus rodillas gritándole
-NO, no me debes desobedecer- Sus ojos se posan en los míos me ven y me grita
-Ana, ¿qué diablos has hecho, tienes demasiados hijos y yo no puedo cuidarlos, yo no los quiero, haz que se vayan. Llévatelos de vuelta- el viene hacia mi, veo sus ojos no son de habitual color gris, me congelo y el horror se apresura a través de mí me levanta en sus brazos y me lleva a la puerta de entrada de nuestra casa abriendo lentamente la puerta, me pone en el suelo, me están siguen todos los bebés, estoy tratando de atraparlos a todos, pero no puedo.-Aléjense, no los quiero ...-, grita y golpea la puerta y yo estoy en la oscuridad.
Abro mis ojos y me levanto demasiado rápido, desorientada y mareada tengo que recordarme a mí misma el respirar, mi cuerpo está demasiado caliente, mis manos están húmedas y el sudor corre por mi espalda, tiro de las cobijas, mi corazón sigue saltando fuera de mi pecho desde el sueño perturbador. Sacudo la cabeza para sacudirme cualquier pensamiento.
“Fue sólo un sueño” me recuerdo a mí misma.Me doy cuenta de que el lado de la cama de Christian está vacío, me levanto de la cama y me pongo una camisa de seda y los pantalones cortos de Christian, ahora el sudor cubre la camiseta, la frescura de la tela de seda es un alivio en mi piel.
Al entrar al pasillo no oigo el piano, lo que es inusual, así que decido ir a buscarlo. Noto una luz que brilla desde su estudio, entro en silencio, esperando que esté en su laptop o en el teléfono hablando con quien sea que discuta a esta hora de la mañana.
Sin embargo, antes de que me de cuenta, veo algo que nunca he visto antes, su cabeza esta sobre el escritorio, mi corazón se derrite al verlo tan tranquilo, pero no puedo dejarlo dormir aquí el resto de la noche. –Christian-, le susurro suavemente. Se mueve pero no se despierta, mi cincuenta está demasiado cansado para venir a la cama.Me acerco a él y le acaricio el rostro, sus ojos soñolientos se abren y me mira.
-¿Estás bien?- Le sonrío a mi marido con sueño y digo.
-Sí, pero está claro que tu no, por favor ven a la cama. Prefiere dormir en su escritorio que con su esposa embarazada?- Le pregunto y él deja caer su cabeza hacia atrás en el amplio escritorio de color marrón oscuro y toma una respiración profunda
-Huele a ti nena, es la única razón por la que dormí tan bien-
-CHRISTIAN- Lo regaño y le dirijo una sonrisa recordando las muchas veces que hemos tirado su trabajo de la mesa y hemos hecho el amor dulcemente en ese escritorio.
Sonriendo él me da su mano y me lo llevo de vuelta a la cama, apenas toca la cama y lo veo caer en un sueño profundo, es una maravilla verlo mientras duerme, es extraño para mí ya que soy yo quien normalmente cae a dormir primero, se ve tan inocente y definitivamente no el presidente de una empresa. Lo toco nariz con nariz y susurro a él:
-Te amo, amamos a papá no Blip?- digo acariciando mi vientre.Me despierto escuchando el sonido de las ollas chocando entre ellas.
-Mierda- oigo a través del cuarto, poco a poco abro los ojos y me levanto en la cama al notar a mi marido con una bandeja entrando en la habitación, Sonrío y me siento en la cama.Christian se sienta en el extremo de la cama, lleva esos malditos pants y el pecho desnudo me quedo admirándolo, lo único que quiero hacer es pasar mis manos por su cuello por su nuez de Adán, pasado por el área del abdomen y por ese sendero tan sexy, aprieto mis piernas juntas en la cama sabiendo que nada se puede hacer al respecto todavía.
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Bebé Grey: Parte I
FanfictionSi leíste la trilogía de Cincuenta Sombras de Grey y quieres saber como fue la espera de Ana y Christian de su pequeño blip, esta historia te encantara. Lee por todo lo que tienen que pasar para que blip llegue sano y salvo a su lado. Finalizada y...