Capitulo 34. No fue mi día

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CAPITULO 34

—¿Qué ocurre nena? Todo el camino haz estado… intranquila. — me pregunta Christian tomando mi mano.

—No es nada. — respondo al mismo tiempo que le doy una sonrisa.

—Vamos Ana, algo te ocurre, dímelo. — lleva mi mano hasta su boca y besa mis nudillos haciendo que me relaje un poco, pero no quiero contarle lo molesto que se me hace estar en la oficina con esa mujer ahí.

—Es solo que estuve mucho tiempo fuera y siento que ya no me necesitan, Hannah ya puede resolverlo casi todo. — bueno no es la principal razón por la que estoy así, pero hay algo de cierto en eso.

—Nena, tu siempre serás importante en GP, dentro de poco pasaras a ser la dueña, pero por ahora debes rodearte de personas competentes, así cuando nuestro pequeño hijo llegue podrás estar segura que la empresa estará funcionando como debe de ser sin necesidad de que tu estés presente. — asiento.

— Tienes razón, cuando llegue Teddy pedirá toda mi atención y de alguna manera me alegra tener a Hannah. —  Si a ella sí, pero a esa mujer ya no sé cómo tratarla, necesito encontrar el momento adecuado para hablarlo con Christian y saber si no son solo imaginaciones mías del modo en que se dirige a mí, tal vez y yo estoy exagerando las cosas.

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Llegamos a casa y Gail se sorprendió de vernos ahí tan temprano, el reloj marcaba casi las doce del medio día y generalmente no llegamos si no hasta las cuatro de la tarde. Nos preparo unos aperitivos en lo que tenia lista la comida.

Christian se acomodo conmigo en el sofá hasta que se tuvo que ir por una llamada urgente de Andrea.

—Intentare resolver esto lo más pronto posible nena. — me dice al acercarse a mí y darme un beso rápido en los labios.

Y me quede sola en el sofá, me levante y fui por un buen libro a la biblioteca en algo tenía que distraerme. Regrese al sofá me recosté y recargue el libro sobre mi vientre.

—Christian…— dije en un susurro al verlo besando a esa mujer en mi oficina.

El volteo a verme pero no dijo nada, ni siquiera se sorprendió por haberlo descubierto. Melany se giro hacia mí y sonrío victoriosa.

—Me eligió a mi Anastasia. — tomo su rostro con sus manos y volvió a besarlo.

Mi mirada solo la enfoque en Christian, ver como el no reaccionaba ni intentaba apartarla de su lado o rechazar su beso.

—Christian…— volví a repetir y podía sentir mi corazón partirse en mil partes.

—Vete Anastasia…— al fin escuche su voz, pero no con las palabras que deseaba escuchar.

—¿Qué? — su tono de voz era frio y claro.

—Quiero estar con ella, así que vete, sal de mi vida. — me respondió casi gritando.

—Pero… ¿por qué? Yo te… — me quedo sin poder concluir cuando Christian m e interrumpe.

—No te quiero más en mi vida, es ahora a ella a quien amo. — Veo sus ojos buscando un poco de ese brillo que tiene al verme, pero no está más, su mirada es fría y oscura.

—¿Y nuestro hijo? Teddy te necesita…— mis palabras son débiles estoy a punto de llorar. Respiro y acaricio mi vientre.

—Llévatelo, no me hace falta en mi vida. —

—Nuestra vida. — responde Melany quien no ha dejado de sonreír. Christian la toma por la cintura como solía hacerlo conmigo.

—¿Cómo puedes hablar así Christian? Creí que nos amabas, que te hizo cambiar. — las lagrimas comienzan a salir.

Bebé Grey: Parte IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora