Bebé Grey: Parte I

Capitulo 3. Tía Mia

CAPITULO 3

Me moví y me di cuenta que estaba siendo llevada a través del apartamento a la cama, mis párpados eran tan pesadas, sentí que me desnudaban. Traté de despertar sin resultado, este bebé está cambiando mi cuerpo.

Me desperté sola en la cama, escuchando el piano en la distancia, decido a ir a buscar a mi marido y pedirle que regrese a la cama, nunca duerme lo suficiente. Salgo fuera de la cama vistiendo una de sus camisetas y todavía con mi ropa interior, la hemorragia todavía no se había detenido, había cedido pero aun habia un ligero sangrado.

Me dirijo hacia el sonido de la dulce música que toca en la gran sala, me paré en la puerta de la sala apoyadme en el marco de la puerta con los brazos cruzados, mirando a ese hermoso hombre, esta medio desnudo tocando las teclas que hicieron ese hermoso sonido, la luz es tenue suficiente para atrapar sus músculos que se mueven con cada movimiento que hace.
wow el dios del sexo, algo tenia que hacer ahora para tenerlo dentro de mí. 

Los sonidos dulces que se hacen cada vez que toca una tecla, todavía no se ha dado cuenta de que tengo mi propio pequeño show en frente de mí. Se apoya en el lado del piano con un codo y empieza a sonreír con una sonrisa encantadora.

—¿Todo bien, señor?— Pregunto sin moverme del marco de la puerta, gira su cabeza al oír el sonido de mi voz y aparece un ceño en su rostro. 

—Y Quién dijo que usted podía levantarse de la cama, señora Grey— Quiero rodar mis ojos, pero decido no hacerlo. Él se desliza a mí, Oh esos pantalones colgando de la manera que lo hacen, Dios lo deseo tanto, mi boca se vuelve seca, me alcanza y me besa en la frente.

 —Así que ¿Por qué no estás en la cama?.

—Estaba sola.— Miro a mi adorado esposo mordiéndome el labio, mientras mis manos juegan con los cordones que cuelgan de sus pantalones, él niega con la cabeza y  detiene mis manos a medo movimiento.

 -No te muerdas el labio, es demasiado tentador. Vamos a llevarte de vuelta a la cama, nena-
suspiro y me dirijo con él hacia  nuestra habitación, nos acostamos en la cama juntos, él me sostiene cerca con su mano acariciando mi vientre.

—Por favor podrías cuidarte, no sólo eres tú, ahora es nuestra familia la que tienes allí— dice mientras acaricia muy ligeramente mi vientre, me sonríe y pongo mi mano sobre la suya -lo sé- sonrío.

—¿Por qué sonreías cuando estabas tocando el piano?— Le pregunto cuando volteo la cabeza para ver su rostro.

—Simplemente no puedo creer lo afortunado que soy, señora Grey. Si hace un año alguien me hubiese dicho que estaría en una relación y seria un hombre casado y además, de que sería el padre de tu bebé... a veces tengo que recordarme a mí mismo que soy un maldito hijo de puta con suerte..

—Nuestro bebé, Sr. Grey, es nuestra familia— le recuerdo.

—Sí, ahora duerme nena— dice mientras acaricia mi cuello.

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—Buenos días, nena.— ni siquiera he abierto los ojos y sonrío mientras acaricia mi cara y me volteo al estirarme en la cama. Se sienta en el borde de la cama con la ropa puesta, todo vestido. Estoy decepcionada me gusta pasar tiempo con mi marido podría acostumbrarme a tener a mi propio presidente a mi entera disposición.

—¿Me dejas tan pronto?— Pregunto.

—Me encantaría quedarme aquí contigo todo el día, pero tengo una reunión temprano y tengo una familia que mantener— respondió, se está riendo de mí.

—Le dije a  Mía que viniera para que te haga compañía hoy— Suspiro levantándome.

—¿A qué hora llegarás a casa?— Le pregunto como un adolescente malhumorado.