Cap.20 "Qué bonito te queda ese vestido rojo".

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Un pinchazo en mi cabeza lo siguió con otro dolor agudo en mi útero. Me quejé de dolor cuando noté que había claridad en el cuarto. Abrí un poco los ojos para encontrar un espejo frente a mi. Vi mi reflejo, despeinada y con los ojos achinados de tanto dormir. Pero entonces vi que estaba en un cuarto que no reconocí, tenía una camiseta que no era mía y un brazo sobre mi cintura.

Me percaté de todo lo que había sucedido la noche anterior. Abrí los ojos sin poder creer todo lo que dije e hice bajo los efectos del maldito alcohol. Y los efectos de mis estúpidos sentimientos. ¿Ves, Skyler? Por eso no debes sentir un carajo por nadie.

Me moví un poco y noté que fue un grave error. Argus tenía su cuerpo pegado al mío detrás de mí y esperé que no hubiese nada levantado por allá abajo. Estaba dormido, lo podía oír en su respiración calmada. Su piel era tan cálida que casi me dieron ganas de seguir durmiendo pero no había posibilidad de que él se despertara y yo siguiera aquí.

¿Qué le diría? ¿"Lo siento, no debí tomar tanto"? ¿"Gracias por no atropellarme, te debo una"? ¿"No debí quedarme a dormir en tu cama"?

Dios, me quedé a dormir en su maldita cama. Sabía que para Argus no significaba nada, pues él era una persona simple en ese sentido. Como Blas, ambos habrían sabido diferenciar que nada sucedió allí. No como Eiden o Damek que habrían aprovechado el momento para hacer un chiste sexual. Pero recordando algunas de las cosas estúpidas que dije la noche anterior, él iba a poder creer que me atraía de alguna forma.

Busqué con la vista mi ropa y fue solo entonces que recordé que me desvestí en el sofá. Cerré los ojos, queriendo darme un golpe y tomé su brazo con cuidado para sacarlo de mi cintura. Pero estaba tan dormido, que al sentir mi toque, presionó mi cuerpo contra el suyo.

Dios, ¿por qué me haces esto? ¿Acaso es una tortura? ¿Habría sucedido algo más anoche si la nube negra no estuviese sobre mi? Jm, probablemente no habría bebido en primer lugar. Así que la culparé de todos los sucesos.

Intenté una vez más quitar su brazo y esta vez, logré que lo dejara sobre su abdomen. Al parecer, Argus tenía el sueño pesado, lo que me serviría para irme sin despertarlo. En silencio, sigilosa para que no supiera que ya no estaba allí.

Al menos ese era el plan. Pero no olvidemos que ebria y dormida, no funciono muy bien. ¿Olvidé algo? Sí, olvidé algo. Olvidé que me caí en la avenida del centro y luego del auto de Argus. Olvidé que mi maldito pie no podía pisar. Me bajé de la cama apresuradamente, gemí del dolor y caí de rodillas sobre el piso de madera, provocando un ruido estruendoso.

Muy sigilosa, Skyler. Perfecto.

Subí mi cabeza para ver que Argus se movió en la cama pero no se despertó, simplemente se giró hacia el otro lado quedando boca abajo. Su espalda con los brazos bajo la almohada era una fotografía mental que quería guardar para mirarla todo el tiempo.

Ya vete, estúpida. No tienes mucho tiempo.

Ni siquiera sabía qué hora era y por la tarde volverían sus hermanos. Abrí los ojos, pensando que podían llegar en cualquier momento. Comencé a buscar mi teléfono por todos lados pero no parecía estar aquí, así que debía estar en la sala. Ni siquiera recordaba si lo había traído de Hanks. Entonces el recuerdo de que Eiden llamó apareció en mi mente.

¿Todas las cosas tuvieron que pasar la noche que quería ponerme ebria?

El móvil de Argus sobre la mesita me diría que hora era, solo necesitaba eso. Pero por supuesto, no fue lo primero que vi cuando apreté un botón.

Los chicos de Terralta (Parte I y II)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora