—Argus —oí mi nombre, pero no respondí nada.
Mi mente estaba desconectada de la realidad desde la noche del lunes que Skyler estaba en mi cuarto luego de que volviera de terminar mi trabajo en Terralta. En ropa interior y con la máscara puesta. Mi máscara. La que tanto usé y llegué a odiar. No podía dejar de pensar en ella y en cómo iba a hacer para fingir que la estaba superando si en realidad, no era así para nada.
—Argus —repitió Dylan y esta vez si subí mi cabeza—. Te pregunté algo. ¿Qué te pasa? —preguntó de mala manera. Bueno, de manera normal. Dylan no era muy simpático cuando le hacían perder la paciencia. Tal vez nos parecíamos en eso.
—Lo siento —respondí bebiendo de mi vaso—, estaba repasando algo que tenía que hacer ayer en Terralta. ¿Qué decías?
Me miró de lado, molesto por hacerlo repetir las palabras. Giró la cabeza hacia Chase que se rio de mi falta de atención. Me encogí de hombros, esperando que dijera algo más. La sala de la suite permaneció en silencio mientras él bebía de su vaso, casi queriendo darle suspenso a lo que iba a decirme. Más bien, a repetirme. A pesar de que seguro me importaba poco, o eso suponía, si de entrada les estaba dando poca atención.
—Te decía que los chicos se van a juntar a fumar en la casa de Mason luego de Madame. ¿Quieres venir? —preguntó empujando mi hombro amistosamente. Dylan jamás iba a cansarse de invitarme a pesar de que la respuesta siempre fuese no.
—No voy a ir —sentencié, totalmente serio, para beber de mi vaso.
—Ya sabes que Argus y yo no fumamos. ¿Para qué mierda nos invitas todo el tiempo? —intervino Chase, pero entendí que no se había dado cuenta de lo que quise decir.
—No, me refería que no voy a ir a Madame tampoco.
Los dos me miraron como si estuviese loco y se miraron entre ellos. Bebí de mi vaso otra vez, sabiendo que venía un gran sermón. Dylan y Chase no tenían ni idea de lo que sucedía con Skyler. Ni siquiera la conocían. Pero yo no era una persona que contara mis cosas con todo el mundo y no por eso no iba a considerarlos amigos. Ambos eran esas típicas personas que buscas para charlar y entretenerte un rato. Pero fuera de mis hermanos, solo Austin tenía esa confianza, ni siquiera Dallas.
—¿Y ahora? ¿Por qué no quieres venir? —preguntó Chase, acomodándose en el sillón y me encogí de hombros.
—No lo sé, no tengo ganas —mentí. En realidad, era cierto que no tenía ganas de salir. Pero aún así, si planeaba ponerme una camisa y estar un rato en Terralta. Un poco por costumbre, un poco por comodidad.
—Amigo, ya arreglé que Anette y Maia vinieran con nosotros. Y estoy seguro que Maia accedió a venir porque vienes tú. —Me hizo un gesto de cejas bastante sugestivo. Pero yo no habría encontrado una peor forma de convencerme que la que utilizó Dylan.
—¿Por qué la invitaste? Sabes que no se lleva bien con Layla —reproché cansado, revoleando los ojos. Dylan era conocido por crear problemas entre chicas y le encantaba verlas peleando por estupideces.
—Ninguna se lleva bien con Layla, pero a quién le importa eso —agregó Chase en un gesto despreocupado.
Estaba seguro de que lo primero que ella me diría al verme sería: ¿has visto quién está aquí? la perra de Maia. Y yo probablemente la ignoraría por completo, como estuve haciendo toda esa semana. Otra razón por la cual no quería ir.
—No lo sé. Aún tengo mucho trabajo que terminar en Terralta y tendría que hacer gran parte hoy —me excusé con algo inteligente. No entendía por qué no les decía que no y punto, si yo era directo para hablar. Pero quizá estaba dudando de ir.
![](https://img.wattpad.com/cover/242621800-288-k663871.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Los chicos de Terralta (Parte I y II)
Ficção AdolescenteSkyler Marin es una pueblerina con un gran talento para la arquería. Una noche en una fiesta de disfraces, se acuesta con un misterioso chico con máscara al cual le pide su número. Se enamora del extraño, pero todo termina pronto, pues él jamás quis...