Después del picnic, cada uno volvió a su rutina. Eagle y yo nos dirigimos hacia las canchas porque yo tenía que trabajar y él terminar un poco de papeleo. Tiara dijo que nos acompañaría solo para ver si Austin estaba allí. Y así fue, estaba con Dallas practicando en la cancha de basketball.
—Oye, oye —le dijo Austin a Dallas mientras tomaba el balón en sus manos para dejar de rebotarlo—. Mira qué linda chica esa que viene allí —dijo señalando a Tiara y ella le sonrió porque lo escuchó mientras caminábamos hacia ellos.
Dallas puso su mano sobre sus ojos, como si no pudiese ver por el sol o por la lejanía. Se encogió de hombros y negó con la cabeza.
—Yo no veo a ninguna chica linda —bromeó y el rubio le tiró el balón a la cabeza. Él lo atajó antes que cayera al suelo y se rio.
Austin corrió hacia Tiara y tomó su rostro para plantar un beso en sus labios. Ella se abrazó a su cintura y miró mal a Dallas.
—Estás celoso porque nadie viene a besarte aunque estés todo sudado —se burló ella y le sacó la lengua.
Todos nos reímos y él revoleó los ojos por la inmadurez de Tiara.
—Mañana haremos un día de campo. ¿Quieren venir? —preguntó Austin mirando a Tiara.
—¿Un día de campo? —preguntó ella, entrando en una especie de shock. Lo noté porque parpadeó un par de veces y observó fijamente a Austin.
—Si, será divertido —agregó, metiéndose las manos en los bolsillos y encogiéndose de hombros.
Lo observé unos segundos y me giré a Tiara, esperando que me mirara pero ella parecía estupefacta por algo que yo realmente desconocía.
—Claro —respondió ella sin siquiera mirarme.
—Genial. Le avisaré a los chicos —dijo volviendo a besar a su novia y esperé que con eso volviera a la normalidad. Pero la última palabra de Austin me hizo reaccionar.
Mi sonrisa se borró en un segundo, entendiendo que no se refería a Dallas y él cuando dijo "haremos".
—¿Los chicos? —preguntó ella frunciendo un poco el ceño y esta vez sí me miró. Pero yo aún seguía observando a Austin por una respuesta.
—Si —respondió él—, ellos nos invitaron y les pregunté si ustedes podían venir.
Dallas nos miró de una a otra, con el ceño algo fruncido. Como si no entendiera que problema había con nosotras o con lo que su amigo nos estaba diciendo.
—Ah —emitió ella para darme una mirada que sentí fue de pánico pero yo no pude hacer ninguna mueca.
—¿No hay problema con eso, verdad? —Austin pareció entender que algo extraño estaba pasando—. Si de verdad no quieren ir...
—Si quieren ir —intervino Eagle por primera vez y ambas lo miramos al instante como si hubiese dicho una atrocidad, porque no estaba formando parte de la conversación—. Justo me estaban diciendo que no tenían planes.
—Eso es perfecto —agregó Dallas para volver a botar el balón, como si esa escena no hubiese sucedido en lo absoluto.
—Nos iremos mañana luego del almuerzo —dijo Austin mientras le quitaba el balón a Dallas y corría hacia el aro, casi como terminando la conversación.
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Los chicos de Terralta (Parte I y II)
Ficção AdolescenteSkyler Marin es una pueblerina con un gran talento para la arquería. Una noche en una fiesta de disfraces, se acuesta con un misterioso chico con máscara al cual le pide su número. Se enamora del extraño, pero todo termina pronto, pues él jamás quis...