Veinte minutos más tarde, no dejaba de dar vueltas por el cuarto de Tiara, ya le había contado lo que sucedió pero estaba segura de que me había explicado muy mal, porque ella seguía allí en su cama, mirándome como si estuviese loca.
—Primero que nada, relájate. Es muy viernes para que estés tan estresada —me pidió dejándose caer sobre su almohadón.
—¿No escuchaste lo que acabo de decir? Esa maldita va a arruinarme la vida —exageré y ella se rio en voz alta.
—¿Y ahora de qué estás hablando? —preguntó mientras se levantaba y me tomaba de los hombros para que dejara de caminar como una loca sin camisa de fuerza—. Skyler, ya basta. ¿Qué es lo que te preocupa?
—Que Argus quiera volver a estar con ella —confesé sin pensarlo dos veces.
—¿Y cuál es el problema? Él no va a dejar de acostarse contigo por acostarse con ella. Tal vez lo haga con las dos y ya —explicó encogiéndose de hombros.
—Me niego a acostarme con Argus Rinaldi otra vez si me entero que se acuesta con ella —habló mi yo furiosa, dejándome llevar por los sentimientos.
—Skyler, estás actuando como una psicopata celosa —me espetó y largué un gruñido de frustración—. El pobre tiene el derecho de acostarse con quién quiera porque tú y él no son nada. ¿Lo entiendes?
—¡Ya lo sé! —grité y cerré la boca, porque noté que había hablado muy fuerte. Tiara negó con la cabeza mientras se reía de mi. —Sé eso y no es que me moleste...
—Si te molesta, evidentemente si te molesta —me interrumpió riéndose y tomé su almohada para gritar allí—. Te dije que esta mierda te iba a explotar en la cara. Que ocultar tus sentimientos nunca es algo bueno y ahora estás entre la espada y la pared.
—Dios, esto no puede estar pasando —me quejé y me dejé caer sobre la cama. Miré mi celular pero nadie me había enviado nada.
—¿Estás segura de que es como la describiste? —preguntó Tiara, sentándose a mi lado.
—Te lo juro, Tiara. Sus ojos verdes son hermosos. Y tiene un cuerpo de infarto. ¿Qué voy a hacer ahora? —lloriqueé, tirándome sobre sus piernas. Sus dedos acariciaron mi cabello mientras se reía.
—Sky, no importa si la chica tiene el rostro y el cuerpo más perfecto del mundo...
—Y tiene dinero —la interrumpí.
—Y aunque tenga dinero...
—Y estuvo viviendo en Francia —intervine otra vez.
—Y aunque haya estado viven... ¿Qué? ¿Pero quién diablos es? ¿La reina de la perfección? —preguntó con el ceño fruncido.
—¡Tiara! —reproché. Abrí los brazos en un claro "no me ayudas".
—Lo que intentaba decir antes de que me interrumpieras, es que Argus está enamorado de tí. ¿A quién le importa cómo se ve o cómo es ella? Él te elige a ti sobre el resto.
—Pero Tiara, he rechazado a Argus muchas veces. ¿Qué tal si se cansó de ser rechazado y está intentando algo con alguien más? —pregunté, diciendo por primera vez en voz alta lo que realmente me preocupaba.
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Los chicos de Terralta (Parte I y II)
Teen FictionSkyler Marin es una pueblerina con un gran talento para la arquería. Una noche en una fiesta de disfraces, se acuesta con un misterioso chico con máscara al cual le pide su número. Se enamora del extraño, pero todo termina pronto, pues él jamás quis...