Cap.13 "Sé que extrañas ver mi máscara".

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Después de una larga y fría ducha y ponerme la ropa más simple que encontré, porque no podía ponerme el pijama para ir a cenar, me dirigí al comedor. Eagle y Tiara ya estaban allí como habíamos quedado, así que tomé mi bandeja para llenarla de comida y arrastré la silla frente a ellos para desplomarme como si no pesara nada.

—Alguien no tuvo un buen día —canturreó Tiara y la miré mal.

Lo peor era que estaba siendo un excelente día hasta que el extraño se mostró más distante que nunca. Ya eran las ocho y media y aún no había llegado ningún mensaje de su parte para poder hablar sobre vernos. ¿Seguirá con esa chica?. Negué con la cabeza, no quería volver a pensar en todo eso.

—Solo estoy un poco cansada —mentí con una mueca.

—Come un poco y luego podrás irte —me animó Eagle, intentando plantar en mi cabeza la idea de dormir. Pero era lo último que haría al volver a mi cuarto. Ya me veía caminando en circulos esperando por su maldito mensaje.

Apoyé mi cabeza en una de mis manos y comencé a comer sin hambre ni ganas. Pensando que me había servido demasiada comida, solté un suspiro de frustración conmigo misma. Entonces en ese momento de espera y aburrimiento total, la puerta del comedor se abrió.

Blas y Argus entraron hablando. O mejor dicho, discutiendo. Se dirigieron a tomar dos bandejas con comida y a sentarse en esa misma mesa donde lo vi a Argus hacía algún tiempo. No parecían enfadados uno con el otro, sino más bien como si quisieran dejar en claro su punto.

—¿Skyler? —preguntó Tiara, llamando mi atención.

Volví mi vista hacia ellos que me observaban algo preocupados y fue entonces que me di cuenta que alguno de ellos había dicho o preguntado algo que no oí. Parpadeé, esperando que mi atención volviera rápidamente.

—¿Si? —repuse y ambos se miraron para reírse un poco.

—Te decía que mañana nos encontraremos a las doce en la piscina, cuando comenzaste a divagar —me respondió Eagle.

Ambos observaron alguien detrás de mi y cuando mi amigo se levantó a saludar a alguien, supe que era un conocido suyo. Tiara aprovechó el momento para acercarse sobre la mesa hacia mi, como si me estuviese por decir un secreto, e hice lo mismo.

—Dime que aún no te acuestas con ninguno —pidió y la miré raro, sin entender por qué sacaba ese tema.

—No —respondí confundida—, ¿por qué?

—Porque amiga, tú quieres ver el mundo arder. —Levanté una ceja, sin entender a qué venía con eso. —Austin me contó que Damek y Eiden estuvieron discutiendo hoy por la tarde por una supuesta chica.

Mis ojos se abrieron, esperando que no fuese sobre mi. Pues le había dicho a Damek que tenía que ser totalmente secreto o no había ningún tipo de trato. Por otro lado, no debía subestimar a Eiden, él podía conseguir la información que quisiera en un par de segundos. Pero nadie sabía nada. ¿Cómo podía enterarse?

—No debo ser yo —dije queriendo creerlo.

—Espero que no —continuó—. Sino, terminarás cenando las noches en la mesa de Argus y Blas, debatiendo quién es más insoportable.

—¿De eso están hablando? —pregunté observándolos por un segundo.

Blas estaba frente a mi, explicándole algo con mucho furor a su hermano. Argus estaba de espaldas a mi, pero lo veía con la cabeza apoyada en la mano como yo hace unos segundos, en una posición claramente cansada.

Según tenía entendido, los que más peleaban eran Eiden y Argus, pues su carácter era el más fuerte. Pero entendía por completo que hubiera disturbios si había chicas de por medio, aún más con ellos, que tienen esa estúpida regla de "yo la vi primero".

Los chicos de Terralta (Parte I y II)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora