Capitulo 21

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Dos semanas después...

Narra Martin:

Eliad: Andale, ¿Siii?--insistió.

Martin: Amor no quiero--la mire de reojo para seguir avanzando a mi despacho.

Eliad: Por favor, ¿Si?--unió sus manos en suplica.

Martin: Amor ya te dije que no quiero que trabajes, ok--me sente en la silla de mi escritorio.

Eliad: Por favor, ¿Siiiii?--se sento en mi regazo y me miro suplicante.

Martin: No, ya te dije que No--la mire desde abajo.

Eliad: Por favor, por favor--dio leve saltitos.

Martin: Amor no quiero que trabajes-- no deje de mirarla.

Eliad: ¿Porque no me dejas trabajar?-- me miro peinando su cabello hacia atrás.

Martin: Trabajar te quitaria tiempo para mi--sonrei mientras acariciaba su cintura y sus piernas--además no quiero que vayas vestida haci-- mire su cuerpo:

Martin: Trabajar te quitaria tiempo para mi--sonrei mientras acariciaba su cintura y sus piernas--además no quiero que vayas vestida haci-- mire su cuerpo:

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Eliad: No me quitará tiempo, ademas puedo trabajar medio tiempo en la mañana y en la tarde puedo dedicarme a ti--acaricio mi pecho.

Martin: Noooo--jugué un poco con ella  mientras acariciaba sus piernas y metia mis manos por debajo de su falda.

Eliad: ¿Porque?-- empezo a quitar el nudo de mi corbata.

Martin: Porque tus clases son en la mañana y solo puedo tenerte en la tarde--dije juguetón.

Eliad: Espera... ¡¿QUE?!--paro sus movimientos y dijo en un grito.

Martin: Sorpresa--dije con una sonrisa.

Eliad: Esto es, gracias, gracias, gracias --beso mi rostro repetidas veces, hasta terminar en mis labios--Te quiero.

Martin: También Te quiero--bese su mejilla y la atraje a mi cuello.

Eliad: ¿Pero como?, ¿Cuando?--dijo en mi cuello.

Martin: Solo no queria que dejaras de hacer cosas por mi, tus padres me dieron todos tus papeles y pedi tu transferencia a Ámsterdam, Iras a una de las mejores escuelas privadas en toda Europa--mire el techo y acariciaba su espaldas descubierta.

Eliad: Estaba bien si solo iba a una escuela normal--dijo en mi pecho.

Martin: No, eso no, quiero lo mejor para ti, todos los lujos que sean posibles, no quiero que te haga falta nada, ¿Ok?--acaricie su mejilla.

Eliad: Gracias--beso mis labios.

El beso iba subiendo de intensidad poco a poco, Eliad quito los primeros tres botones de mi camisa y acarició mi pecho con sus suaves y delgadas manos.

Nana: Mi niño--golpeo la puerta.

Martin: ¿Si Nana?--respondi mientras miraba a Eliad con la respiración acelerada.

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