Capitulo 25

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Narra Martin:

*****: Mira el es él prometido de Eliad --hablaban unos chicos que pasaba aun lado de ellos.

Segui mi camino fuera de la universidad, Amo a Eliad pero no puedo soportar que se haya peleado por un hombre, eso es algo estúpido.

Subí a la camioneta y esperes hasta que Eliad saliera, mire la puerta de la universidad y espere, mire a Eliad salir de la facultad, pero antes mire a un chico castaño, acercarse a Ella.

El chico la tomo del brazo, pero ella se solto de su agarre y empezó a caminar hacia la camioneta, pero una vez mas el chico tomo sus brazo.

Eliad: Sueltame por favor, haber chocado contigo fue un error, por esta estúpida pelea, tengo problemas con mi prometido--escuche cuando sali de la camioneta--y otra cosa no pienses que peleé con Alexa por ti, solo quise defenderme--solto un pequeño sollozo.

Martin: Amor, ¿Estas lista?--me acerque a ella.

Eliad asintió y camino a mi para tomar mi mano, abri la puerta de la camioneta y subio, le di una mirada al chico y rodie la camioneta para entrar aun lado de ella.

Mire a Eliad y ella tenia la cabeza hacia gacha... Me senti mal por ella, despues del pleito, aun me molesta, en vez de preguntar ¿Como esta?, ¿Que siente?, ¿Le duele?.

Martin: Charly, Por favor llevanos a la cabaña--Eliad me miro pero yo solo mire por la ventana.

Al llegar Eliad bajo y solo me miro, segui mi camino hacia la puerta y Charly se fue dejandonos solos.

Abri la puerta y mire a Eliad, acomodo su mochila en su hombro y empezó a caminar a la puerta, entro para caminar a la sala, cerre la puerta de un golpe y Eliad se acomodo en el sofa al escuchar el golpe.

Martin: ¿Ese fue el chico, por el que peleaste?--meti mis manos a los bolsillos de mis pantalones.

Eliad: Ya te lo dije... Fue un error-- susurro.

Martin: ¿Porque todos dicen que soy tu prometido?--camine lentamente por detras del sofa y tome el cierre de su chaqueta y mire sus tetas.

Eliad: No lo se, haci me conocen--miro sus manos con nervios.

Martin: Creo que es momento de corregir el comportamiento de la facultad--pase mis manos por mi pecho para quitar los botones de mis saco--Ese no es un comportamiento adecuado--quite el saco y lo deje en un pequeño sofa, al igual que la corbata.

Eliad: Lo siento--murmuro.

Martin: Es tarde--quite los primeros tres botones de mi camisa blanca y remange los puños de este.

Eliad: ¿Que haras?--me miro.

Martin: Recibirás tu castigo, de pie-- tome su mano y la atraje hacia mi, tome el cierre de su chaqueta y mire su escote--No permití que fueras haci a la escuela--mire sus ojos con un poco de seriedad.

Tire la chaqueta lejos y recoste a Eliad en mi regazo, baje sus pantalones un poco hasta sus rodillas, al igual que sus bragas, acaricie sus gluteos y solte una nalgada.

Eliad: Ahh--gimio.

Sonrei y segui soltando una nalgada seguida de otra, Eliad gemia de dolor, y me detuve hasta que ambos glúteos se tornaron en un color rojo.

Martin: ¿Estas bien?--solo asintió y regulo su respiración--No quiero que vuelva a suceder algo haci en la Universidad, ¿Entendido?--la mire cuando estaba de rodillas frente a mi.

Eliad: Si--asintio y se quedo quieta.

Martin: ya que estas suspendida una semana entera, iras conmigo a la oficina-- tome sus mejillas-- ¿Entendido?-- una vez mas asintio.

Note sus labios hinchados con un pequeño toque rojo, miros mis ojos para bajar la mirada a mi entrepierna y relamer sus labios.

Y sin pensar me acerque rápidamente a sus labios y ella a los mios, para unirnos en un beso lujurioso y lleno de mucha emoción.

Se puso de pie, quite sus pantalones y quedar desnuda completamente de la parte inferior de su cuerpo.

Rápidamente subió a mi regazo, dejando una pierna a cada lado, baje mis manos a su cuerpo, provocando que ella soltara un gemido al sentir mis dedos en su intimidad.

Enterró sus dedos en mi castaña cabellera, mientras gemia en mi oído y se aferraba a mi espalda.

Martin: Estas muy mojada--susurre mientras miraba las expresiones de su rostro, llenas de pasión y nesecidad.

Eliad: Creo que debo portarme mal muy seguido--gimio en mi oído y mordió mi óvulo.

Martin: Pero que no sea por un inbecil de tu edad--solte una nalgada mas mientras besaba su cuello.

Eliad gimio y empezó a moverse encima de mi bulto.

Martin: ¿Entendiste?--mordi su pezon levemente.

Eliad: Ahhh--gimio alto.

Martin: Contesta--aprete sus glúteos.

Eliad: Ellos nisiquiera se mueven como tu--soltó entre gemidos-- No pueden llegarte a los talones--suspiro.

Martin: Esa palabras me gustan, pero tu castigo aun sigue--me puse de pie y  la tome entre mis brazos para caminar a la habitación.

La deje en la cama, quite su blusa y lo deje en algun lado de la habitación, me acerque a un cajón y tome dos corbatas mias, sujete sus manos con una corbata para hacer un nudo en la cabecera de la cama y la segunda corbata, cubri sus ojos, tome ambas rodillas para separar sus piernas.

Martin: Haci Eliad es justo como te quiero--acaricie su cuerpo--totalmente a mi disposición--pase mis manos por su intimidad--Solo mia--susurre en su entrepierna.

Eliad: Ahhhh--gimió alto cuando entre de golpe en ella--Martin--arqueo su espalda.

Martin: No cambias Eliad--gruñi-- siempre apretada y estrecha, solo para mi--sali de ella y entre una vez mas de golpe.

Eliad gimio alto un vez mas, sonrei ante sus expresiones en su rostro, empeze a moverme de adelante hacia atrás, Eliad gemia alto.

Eliad: Martin, por... Por favor--relamio sus labios.

Martin: Dilo que quieres--segui moviendome.

Eliad: Quiero, quiero tocarte--entre gemidos hablo.

Martin: Ese es tu castigo pequeña-- gemi.

Segui moviendome hasta que Eliad llegó a su orgasmo, sali de su interior y Eliad solto un gemido.

Me acerque a sus manos y quite el nudo y me sente en la cabezara de la cama, ella quito la corbata de sus ojos y me miro.

Martin: Hazme sentir bien--se acercó a mi para posicionarse entre mis piernas, con una mirada inocente, mi pene entro en su boca--Ah--gemi-- Nena si, eso es... Ahh--empezó a moverse de adelante hacia atras.

Eliad se movio de adelante hacia atras  con mi pene en su boca, era estupendacon esa lengua y esa boca.

Al terminar ella trago todo mi semen, la cargue en mis brazos y ella acariciaba mi pecho.

Eliad: ¿Sigues molesto?--me miro inocente.

Martin: Claro que no, no puedo molestarme contigo, se me hace imposible--acaricie su cuerpo.

Eliad: Te amo solo a ti, ok--acaricio mi cuello.

Martin: Te amo--beso mis labios.

Eliad: Ire a tomar una ducha--se separo de mi.

Martin: Hey, hey, hey--la atraja hacia mi y la volvi a sentar en mi regazo-- ¿Puedo ducharme contigo?--acaricie su cuerpo.

Eliad: Eso me encantaría--beso mis labios, aun con ella en brazos y besando sus labios, me puse de pie y camine hasta ducha, la deje en piso y abrio las llaves del agua para que el agua caliente salira.

1 Billón Donde viven las historias. Descúbrelo ahora