« Candice »
Harry me abrió la puerta del copiloto, una vez hubo aparcado de vuelta frente a mi cabaña. Hacía muchísimo frío, además estaba empapada y helada por toda la nieve que nos había caído encima. Nada más entrar en la cabaña, Harry se fue a encender la chimenea, añadiéndole un montón de leña para que calentara la sala cuanto antes. Yo me quité mi mojado abrigo, colgándolo en el perchero para que se secara.— Harry... – le llamé, captando su atención enseguida – Voy a darme un baño. Estoy empapada, necesito algo de calor...
— Joder Candy, no me digas esas cosas... – susurró, mordiéndose el labio.
— ¡No tomes todo lo que digo con doble sentido!
— ¡Es que tú también...!
— ¿Te importa si voy...?
— No...
— Gracias – le interrumpí, sonriendo.
— Solo si voy contigo.
— ¿Qué? – arqueé una ceja – Ni de broma.
— Vamos, preciosa... – sonrió – solo es un baño.
— Que no, Harry. Que eso es muy íntimo.
— ¡Venga! – rió.
— No, es mi última palabra – sentencié antes de darme la vuelta y dirigirme hacia el baño.Una vez ahí, cerré la puerta y encendí el agua caliente, haciendo que en poco tiempo toda la sala se llenara de húmedo y cálido vapor. Yo me despojé de mi fría ropa, dejándola tirada en el suelo y, cuando me disponía a entrar en la bañera, escuché como picaba a la puerta. Suspiré y me acerqué, apoyándome en ésta, pero sin abrirla.
— ¿Qué quieres, Harry?
— Creo que ya lo sabes – respondió desde fuera.
— No vas a entrar conmigo.
— ¡Por favor! – rogó, dando golpecitos en la puerta.
— ¡No vas a verme desnuda, Harry, no insistas!
— ¡Puedes bañarte con ropa interior!
— ¡No vas a verme en ropa interior!
— ¡Ponte una camiseta!
— ¡Si está mojada es como si no llevara nada!
— Mierda... – le escuché susurrar – déjalo, sí... mejor te espero fuera.Arqueé una ceja, sin entender qué le había hecho cambiar de opinión. Pero estaba contenta con ello, así que me metí en la bañera y me senté en ésta, dejando que el calor del agua calara mis huesos y me devolviera a mi temperatura corporal normal. Estuve solo unos diez minutos ahí, porque no quería dejar a Harry solo merodeando por mi casa durante tanto rato, así que pasado ese tiempo, me levanté, quité el tapón de la bañera para que se vaciara, y me puse mi grueso albornoz. Solté mi cabello, el cual no había mojado, y abrí la puerta, yendo hacia el salón para avisar a Harry de que ya había salido y si quería, él también podía ducharse o bañarse, ya que quizás también tenía frío. Pero no estaba en el salón.
Pensé que quizás había ido a por ropa seca a su casa y, simplemente, me dirigí a mi habitación. Al abrir la puerta, encontrándome a Harry de espaldas a mí, sentado sobre la cama, haciendo movimientos... sospechosos. Di un grito y cerré la puerta de nuevo, sin querer ver eso.
— ¡Harry! – le chillé desde fuera – ¿¡En serio te esás masturbando en mi cama!? ¡Guarro!
— ¡Ojalá lo hicieras tú, muñeca! – jadeó.
— ¡Pero para ya! – me quejé – ¡Basta! ¡No te masturbes! ¡Dios mío, eres lo peor!
— Espera, espera...
— ¡No! ¡Harry, para ahora mismo! – le grité, enfadada.
— ¡Dios, muñeca! – gimió, todavía más fuerte.Bufé, escuchando sus pasos acercándose a la puerta un poco después, abriéndola poco a poco y con una inmensa sonrisa. Yo, por pura innercia, le di un fuerte golpe en el hombro, haciendo que él se quejara, poniendo su mano sobre la zona golpeada.
— ¿¡Pero qué haces!?
— ¡No, Harry! ¿Qué haces tú? ¿¡Cómo puedes estar tan salido!?
— ¡Porque me hablas de lo mojada que estás, del vapor en tu cuerpo, de tú desnuda o con camisetas pegadas a tu cuerpo todas empapadas como si no llevaras nada y pues... no soy de piedra, muñeca.
— No me llames muñeca. Me das mucho asco ahora mismo, Harry.
— ¡Pero si hacerme una paja pensando en ti es muy romántico! – reiteró – ¡Es la cosa más bonita que puedo dedicarte!
— ¡Claro que no! ¡Que asco! – grité de nuevo, golpeándole repetidamente – ¿¡No habrás manchado nada, no!? Porque sino te mato, Harry.
— Claro que no, sé controlar mis cosas, muñeca.
— Te odio – bufé, empujándole fuera de la habitación.
— ¿Pero qué haces?
— Quiero vestirme, y después de esta escenita quiero que estés lo más lejos posible.
— Pero...
— ¡Lejos!
— ¡Vale, vale! – se quejó, apartándose para que dejara de empujarle – Ya me voy, no me empujes.
— Vale.
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Portobello Road « London in love 1 »
Fanfiction❝A ella le encantaba pasear por Portobello Road, y a mí me encantaba ella.❞