« Candy »
Miré hacia el techo, aunque lo veía todo completamente negro, ya que estaba ya acostada en mi cama con todas las luces apagadas. Suspiré pesadamente, pensando en la gran gilipollez que le había dicho a Harry. Podía pensar que estaba enamorándome de él, pero por nada del mundo podía decírselo. Sin embargo, mi enorme boca tenía que abrirse y confesarlo todo. El día que aprendiera a callarme las cosas y pensarlas para mí misma en vez de soltarlas a la vez que llegaban a mi cabeza, solo ese día, empezaría a progresar como persona.Por otro lado, ¿qué mierda estaba pensando? ¿Enamorarme de Harry? ¿Por qué? No era del tipo de chica a la que conquistaban con tres palabras tontas, y Harry no había hecho mucho más que eso. Sabía que Harry era un mal cliché. Sabía que, si terminaba enamorándome, todo saldría mal, porque él terminaría encaprichándose de otra chica que apareciera de forma extraña en su vida y se olvidaría por completo de mí. Yo no era más que el objetivo que se había fijado en aquel momento. Sabía que no debía enamorarme de Harry, ¿pero qué iba a hacerle? Yo era enamoradiza, y él era perfecto. Mala combinación. Traté de mantener mi personaje de chica dura, pero unos ojos y una sonrisa como los de Harry hacían que hasta una roca se volviera blanda.
Y la verdad, aún sabiendo lo que ocurriría. Aún sabiendo que saldría mal... quería dejarme llevar. Quería estar con él y disfrutar de la vida justo como él hacía. Pero no podía. Mi maldita fobia estúpida me detenía. Me encantaba estar con Harry. Me encantaba mirarle. Me encantaba la forma en qué él me miraba. Pero cuando empezaba a besarme, cuando empezaba a acariciarme, cuando aceleraba las cosas y las subía de tono... mi pulso se aceleraba más de lo debido. Y no en un buen sentido. Mi frente y manos empezaban a sudar y mi corazón parecía querer saltar de mi pecho, haciendo que un nudo se formara en mi garganta y me dificultara el respirar. Y por mucho que intentara controlarlo. Intentaba hacerme saber a mí misma que solo era Harry y que no había nada que temer... no había manera. Harry seguía asustándome.
"Buenas noches, muñeca. Descansa – H xx"
"Buenas noches, Harry. Ya deberías estar dormido – C"
"Ya no pones el puntito final al lado de la C, gran paso – H xx"
"Harry... déjate de mensajes tontos y duerme – C"
"Vale, vale. Soñaré contigo. O eso espero. Hasta mañana – H xx"
"Hasta mañana – C"Por la mañana, cuando desperté, lo primero que hice fue mirar al móvil para ver la hora. Eran solo las nueve, por lo que muy probablemente Harry seguiría dormido. Bostecé y me estiré, desperezándome, para incorporarme levemente y parpadear varias veces para acostumbrarme a la luz que entraba entre las pequeñas rendijas de la persiana bajada. Escuché mi móvil vibrar, así que lo miré y vi un mensaje de Harry.
"¡Buenos días princesa! He soñado toda la noche contigo. Íbamos al cine y tu llevabas aquel vestido rosa que me gusta tanto. Solo pienso en ti, princesa. Pienso siempre en ti – H xx"
"¿La vita è bella? Basta Harry. Deja de ser perfecto – C"
"Me olvidaba de decirte que tengo unas ganas de hacerte el amor que no te puedes imaginar. Pero esto no se lo diré a nadie, sobretodo a ti. Deberían torturarme para obligarme a decirlo. Que quiero hacer el amor contigo, no sólo una vez, sino cientos de veces. Pero a ti no te lo diré nunca, sólo si me volviera loco te diría que quiero hacer el amor contigo aquí, delante de tu casa, toda la vida – H xx"Justo entonces, escuché como Harry picaba a la puerta. Reí levemente, negando con la cabeza, y me puse de pie para ir hacia la entrada y encontrarme a Harry apoyado en el marco de la puerta. Sonrió cuando le abrí. Yo solté una carcajada y me puse de puntillas hasta alcanzar su mejilla y darle un corto beso.
— Buenos días, princeso.
— ¿Qué? – rió.
— Estás mal de la cabeza.
— ¿Por qué? Si yo no te he dicho que quiera hacer el amor contigo.
— ¡Harry, para!
— Vale, vale – sonrió, abrazando mi cintura –. Me muero de hambre, ¿te parece si vamos al pueblo a desayunar a alguna cafetería?
— Está bien – asentí –. Deja, que voy a vestirme – dije, apartando sus brazos de mi cintura.
— ¿No puedo ir contigo?
— ¿Para qué sigues preguntando lo mismo si sabes la respuesta?
— Por intentarlo no pierdo nada. Llegará el día que digas que sí.
— Sigue soñando – afirmé, caminando hacia mi habitación.
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Portobello Road « London in love 1 »
Fanfiction❝A ella le encantaba pasear por Portobello Road, y a mí me encantaba ella.❞