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« Candice »
Por fin estábamos de vuelta en Londres. Había pasado un fin de semana increíble junto a Harry, incluso había podido hablar algo más con Belle, Liam y Zayn. Pero de una cosa estaba segura: no sería capaz de aguantar un día más junto a Louis. Además, para rematarlo, había decidido que regresaría en el coche junto a Niall, Belle, Harry y junto a mí. Se puso en los asientos de atrás, evitando que Niall y Belle pudieran juntarse durante todo el camino, mientras no paraba de pedir a Harry que fuera de emisora en emisora en la radio, buscando las canciones que a él le gustaban. Así que al fin, cuando nos detuvimos delante de su casa, sentí que casi podría llorar de felicidad.

— ¡Nos vemos esta noche! – exclamó, bajándose de mi Jeep.

— ¿Qué? – exclamó Harry – No, no... Louis, ya quedaremos mañana, u otro día. No esta noche.

— ¿Por qué no? ¿Qué vais a hacer? ¿Me queréis dejar fuera?

— No, quiero dormir. Ya nos hemos acostado bastante tarde estos días.

— Bueno, pero si salís me llamáis, ¿eh? 

— Que sí – bufó Harry –. ¿Ahora puedes irte para tu casa de una vez? Estamos mal estacionados.

— Claro... ¡Adiós! 

Louis, por fin, cerró la puerta y empezó a caminar hacia su piso, haciendo que los cuatro soltáramos un suspiro de alivio mientras yo arrancaba el coche para ir en dirección a casa de Harry. No tardamos mucho en llegar, ya que no estaba lejos de la de Louis, así que detuve el coche en el vado frente a su casa, ya que solo estaríamos unos minutos.

— ¿Vienes conmigo, muñeca? – pidió, desabrochándose el cinturón.

— Claro... – asentí, sonriéndole.

— Esperadnos, solo serán cinco minutos – dijo Harry hacia Niall y Belle, que ya se habían sentado juntos y estaban algo acaramelados, aunque no se estaban besando.

Ambos asintieron con la cabeza, así que Harry y yo nos bajamos del coche y fuimos hacia su casa. Él cargaba su equipaje, así que me dio sus llaves para que abriera la puerta. Y nada más hacerlo, escuché una voz llamándole.

— ¡Harry! – Anne apareció en la entrada, sonriendo ampliamente – Oh, hola Candy – me sonrió a mí también –. ¿Qué tal lo habéis pasado?

— Muy bien, mamá – sonrió Harry, acercándose a ella para darle un beso en la frente. La relación entre Anne y Harry era realmente envidiable. Sobretodo teniendo en cuenta el estado de mi relación con mi madre –. Pero pasaré la noche con Candy, ¿vale?

— ¿Qué? – Anne frunció sus labios, casi haciendo un puchero – Pensaba que ya te quedarías en casa.

— Candy y yo no hemos podido estar solos, mamá. Queremos un rato para nosotros... – le explicó, agachándose a acariciar a Gata, que se había acercado al oír la voz de mi chico – ¿Cómo está Fritz? ¿Se ha puesta Gata muy celosa de él?

— ¡Que va! Se han llevado muy bien – sonrió ella. Anne había accedido a cuidar de Fritz mientras estábamos fuera –. Fritz y ella han jugado mucho.

— Voy a buscarlo y ya nos vamos, muñeca.

— Vale... – asentí, sonriendo levemente.

Harry se fue hacia el salón, haciendo que me quedara a solas con Anne. Mis mejillas se sonrojaron levemente, ya que estaba segura de que se pondría a hablar conmigo, y no sabía si de mi boca saldrían cosas coherentes o solo tonterías por lo nerviosa que estaba.

— ¿Te han caído bien los amigos de Harry? Son algo... especiales – rió levemente, en tono de broma.

— Sí... son muy simpáticos... – asentí, intentando fingir ser una persona normal y no tener pánico a esa situación – A veces demasiado simpáticos... pero nada que no se pueda manejar.

Portobello Road « London in love 1 »Donde viven las historias. Descúbrelo ahora