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« Harry »
Salí del cuarto de baño después de darme una ducha bien fría, ya que lo necesitaba. Entonces me vestí con algo abrigado porque me había quedado helado, aunque la calefacción estuviera puesta. Entonces salí al salón. Vi que Belle estaba con su móvil, sentada sobre las piernas de Niall, que se dedicaba a meterle mano, tocándole las tetas; aunque ella ni le prestaba atención. Liam estaba sentado en la mesa de la cocina, junto a Louis. El primero miraba de vez en cuando hacia los rubios, con mirada incómoda, mientras que Louis tenía el ceño permanentemente fruncido. Reí levemente al ver lo celoso que estaba Lou. Entonces vi a Zayn sentado en una silla, de cara a la puerta de cristal que daba al porche trasero. Arqueé una ceja sin entender por qué estaba ahí, como si estuviera castigado. Y me percaté de que Candy no estaba ahí. 

— Hey, ¿dónde está Candy? – pregunté, a Louis y Liam.

— Pregúntale a tu amigo Zayn – rió Lou.

Le miré algo extrañado y caminé hacia Zayn. Al alcanzarle, pude ver que Candy estaba sentada fuera. Mi chica estaba en el banco balancín, de espaldas a donde estábamos Zayn y yo. El cielo estaba anaranjado, al estar ya escondiéndose el sol; por lo que su cabello todavía se veía más brillante, confundiéndose con el ocaso. Entonces noté que Zayn estaba dibujando. En concreto, estaba dibujando a mi chica.

— ¿Qué haces dibujando a mi novia? – dije con algo de celos.

— Me encanta el color de su pelo... – susurró, concentrado en su trabajo. La verdad era que lo que llevaba, se veía increíble. Casi parecía una fotografía, pero con alma – Ve con ella. Os puedo dibujar a los dos... – sus mirada se levantó a mí por un segundo, al sugerírmelo, antes de volver a ponerse sobre el papel.

Yo abrí la puerta y salí al porche en silencio. Candy se estaba balanceando levemente, con una taza de café humeante en las manos. Sonreí y me senté a su lado. Ella me miró y sonrió levemente, apoyando su cabeza en mi hombro después. Yo pasé mi brazo por encima de sus hombros y la acerqué más a mí.

— Me gustaría que pudiéramos detener el tiempo ahora – susurró –. Detenerlo en este momento, y poder disfrutarlo. 

— Yo disfruto cada segundo que estoy a tu lado... – respondí, cuando dejó de apoyar su cabeza en mí para besar mi mejilla – Cada milésima de segundo.

— No tienes ni idea de lo mucho que significas para mí, Harry... – susurró, volviendo su mirada hacia el bosque, donde las hojas de los árboles perennes se mezclaban con las nubes anaranjadas y rosadas – Salí con un chico una vez... – empezó a explicar. Por fin sabía algo de ella en ese tema, siempre me habían comido las dudas, pero nunca me había atrevido a preguntarle – le conocí cuando era una niña, poco a poco fui cogiendo confianza con él... Terminamos saliendo cuando estaba el en instituto. Estuvimos juntos tres años, él cada vez se ponía más nervioso porque quería que lo hiciéramos, pero yo no me sentía lista... y él sin embargo, solo me presionaba todo el tiempo – contó sin mirarme, aunque yo inspeccionaba detenidamente su pálido rostro. Se veía tan triste, pero me gustaba que me estuviera contando aquello, aunque yo lo único que quería era saber quién era ese imbécil, e ir a golpearle –. Al final lo hicimos... prácticamente me obligó... yo tenía mucho miedo, no paraba de llorar. Realmente no quería, pero lo hicimos. Y al día siguiente me dejó, me dijo que se había dado cuenta de que no era el tipo de relación que quería... y se fue con otra. Estaba con otra en frente de mis narices. Tenía que verle con otra cada maldito día... entonces fue cuando me mudé a Londres... – lentamente giró su rostro hacia mí. Pude ver como sus preciosos ojos azules estaban llenos de lágrimas que amenazaban con derramarse por sus mejillas en cualquier momento – Y no tienes ni idea lo que significa para mí que estés dispuesto a esperar hasta que esté lista, Harry. Sé que puede parecer una tontería, pero es realmente importante para mí. No quiero otra mala experiencia. No quiero que me rompan el corazón otra vez. No quiero volver a sufrir como lo hice aquel día... – susurró, su voz estaba a punto de quebrarse. Así que enlacé mi mano con la suya y le acaricié levemente.

Portobello Road « London in love 1 »Donde viven las historias. Descúbrelo ahora