« Harry »
Mientras yo recogía la cocina, después de desayunar, Candy fue a vestirse. Era el día de su firma de libros, y ella estaba histérica. Yo le había preparado un desayuno bien elaborado, tan orgulloso y contento por ella que quería complacerla completamente. Al ir a la habitación, ella estaba allí, mirándose frente al espejo. Sonreí, viendo su falda negra bien colocada, su camisa blanca planchada y un chaleco gris sobre ésta. Sus rizos cobrizos estaban bastante controlados, y su rostro llevaba algo de maquillaje. Se veía adorable.— Hey, muñeca. Qué bonita estás.
— ¿Sí? – preguntó con inseguridad – ¿Estoy bien?
— Estás perfecta – sonreí, acercándome a ella –. Relájate, todo va a salir bien. Además, yo voy a estar contigo.
— Sí... si no estuvieras conmigo no sé qué sería de mí – dijo, abrazándome. Yo sonreí y la abracé de vuelta.
— Te quiero, muñequita – susurré, acariciando su espalda –. Deja que me vista, ¿sí?
Candy asintió con la cabeza y salió de la habitación, respondiendo algunos mensajes en su móvil. Yo me apresuré en vestirme ya que no quería retrasarla. Cuando terminé, fui hacia el salón, donde ella me esperaba. Al verme, sonrió y se levantó, viniendo hacia mí.
— ¿Estás lista?
— Sí, eso creo...
— No tienes que estar nerviosa, va a salir todo de maravilla. Te mereces esto.
— Gracias, amor... – susurró, acariciando mi mano.
Sonreí y enlacé mi mano con la suya y la acaricié levemente. Entonces salimos juntos de su casa y fuimos en autobús hasta Portobello. Al primer sitio donde fuimos fue a su editorial, donde nos hicieron esperar solo por un par de minutos antes de que su editor la llamara.
— ¡Buenos días! – exclamó – ¿Qué tal estás? ¿Nerviosa?
— Sí, un poco – confesó la pelirroja.
— No tienes por qué ponerte nerviosa. En serio, la gente está encandilada con tu libro. Está agotándose nada más llegar, ya vamos por la sexta edición. Si sigue así va a convertirse en uno de los best seller de este año.
— ¿Hablas en serio?
— Sí, hablo en serio. Que tiemble John Green, Candy Lovelace es la nueva autora favorita para novelas románticas – bromeó.
— Basta de exagerar, por favor... – murmuró la pelirroja.
— No exagero, tus números hasta ahora son mejores que los inicios de John Green – rió él –. Venga, vamos. Ya había bastante gente haciendo cola para tu firma.
— ¿De verdad? Oh dios mío, esto es irreal.
La cara de Candy brillaba de tal forma que yo solo podía sonreír al verla tan feliz. Pasé mi brazo por encima de sus hombros y la atraje a mí, abrazándola suavemente. Ella sonrió, abrazándome de vuelta, escondiendo su rostro en mi torso.
El editor, Candy y yo, salimos del edificio y nos pusimos a caminar por las amplias calles de Portobello. El sol estaba brillando intensamente, algo extraño en Londres. Las copas de los árboles se movían con la suave brisa, merciendo el verde de sus hojas de lado a lado. Los pájaros piaban el ritmo de su propia canción. Las acogedoras casas desprendían distintos aromas, café, tostadas, huevos, beicon, chocolate...
— Me gustaría vivir aquí – comenté distraídamente –. Esta zona es tan tranquila, y tan bonita. Me siento en una película, cuando estoy por aquí.
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Portobello Road « London in love 1 »
Fanfiction❝A ella le encantaba pasear por Portobello Road, y a mí me encantaba ella.❞