« Harry »
Candy y yo habíamos pasado tantos días sin apenas separarnos que, pasar el día de fin de año sin ella, se me estaba haciendo bastante raro. Al menos había conseguido que cogiera algo de confianza con mamá, que para mí era lo más importante.Pero ya era de noche, ya había estado viendo los fuegos artificiales con los chicos en Waterloo Bridge. Y habíamos ido a una discoteca donde lo estábamos pasando de miedo y donde nos emborrachamos. Nos emborrachamos mucho.
Vi a una gogó bailando justo delante de mí, con poca ropa y moviendo el culo seductoramente. Di un gruñido y puse mi mano sobre mi pene, olvidándome de que en ella tenía mi copa, por lo que me la eché toda encima.
— Ah, pene, pene, pene... – me quejé, echando la cabeza hacia atrás.
— ¿Necesitas ayuda con eso, guapo? – bromeó Niall, pasando su brazo sobre mis hombros – ¿La pelirroja sigue rechazándote?
— La pelirroja es mi novia, ya te lo he dicho.
— No te lo crees ni tú. ¡Mira como tienes el pene! Necesitas sexo urgentemente.
— No soy como tú.
— No, eres peor. Mucho peor. Y necesitas sexo. Y lo sabes. Y esa pelirroja sigue ignorándote.
— ¡Que no me ignora, joder! – bufé enfadado, apartándole – Déjame en paz.
— Bueno, yo voy a tirarme a aquella rubia de ahí – dijo, señalando una chica que estaba muy, muy bien –. ¿Guapa, eh?
— Mucho. Pero se ve que es de esas pijas que creen que están por encima de los demás.
— Me da igual. Va a acabar encima de mí. O debajo. Me da igual – sonrió –. ¿Puedo dejarte solo un rato mientras me la tiro en el baño o saltarás a violar a la gogó?
— Estoy bien. Déjame, puto.
— Vale, vale. Nos vemos luego. Ya te diré si está encima o debajo – rió antes de alejarse en dirección a la rubia.Yo miré hacia la gogó de nuevo, calentándome todavía más, así que salí a la calle y cogí mi móvil, buscando el número de Candy con dificultad, ya que veía la pantalla bastante borrosa. Pero cuando lo encontré, piqué al botón de llamada.
— ¿Hola...? – preguntó adormilada después de dejar sonar el teléfono bastante rato.
— Hola muñecaaaa - saludé contento –. ¡Feliz año! – exclamé, arrastrando la o final.
— Feliz año, Harry... – musitó – Estaba durmiendo ya... Es muy tarde.
— Perdón muñeca. Pero es que estoy muy mal. Necesito que vengas.
— ¿Qué dices?
— Candy, te necesitooo.
— Harry...
— Voy a llorar si no vienes.
— ¿Dónde estás?
— Funky Budha.
— ¿Es una discoteca, verdad?
— Sip - sonreí, antes de dar una hipada.
— ¿Estás borracho?
— Mucho.
— ¿En serio tengo que ir, Harry?
— No creo que pueda llegar a casa yo solo... – negué, hablando tan bien como mi lengua me permitía, ya que se trababa sola – Y te necesito, ya te lo he dicho. Estoy muuuuy mal, muñeca.
— Vale, vale. Déjame vestirme y ahora voy.
— Te espero, muñequita.Sonreí tan ampliamente que mis ojos se entrecerraron haciendo que apenas pudiera ver la pantalla cuando le di a colgar y volví a entrar a la discoteca. Me senté en uno de los altos taburetes para esperar a Candy, mientras seguía tomando algunos chupitos. Vi a Pablito salir del baño, un buen rato después, mientras se subía la cremallera del tejano. Al verme, se acercó a mí con una sonrisa burlona.
— ¿Sigues solito?
— ¿Tu pequeño Pablito ya ha tenido fiesta?
— No es pequeño, pero sí, ha tenido fiesta. Buena manera de empezar el año.
— Candy va a venir ahora.
— Sí claro, más te gustaría.
— ¡Que sí!
— Ay, pobre pequeñín... – dijo, acariciando mi pelo – Lo peor es que tú mismo te lo crees... En fin, voy a por una bebida. Ahora vengo.Niall se fue hacia donde estaba el barman y yo me quedé sentado donde estaba, hasta que al fin vi los rizos anaranjados de Candy entrando por la puerta, me puse de pie, agitando mis brazos energéticamente para que me localizara. Cuando me vio, vino hacia mí. Nada más tenerla cerca, agarré su mejilla con una mano, sujetando mi vaso de chupito aún lleno con la otra; y empecé a besarle de una manera demasiado sucia. Nunca la había besado de aquella manera, pero estaba realmente caliente. Mi lengua se apoderó del control del beso, mientras que ella, algo extrañada, me seguía torpemente el beso. Gruñí al ver que no me rechazaba e intenté llevar mi mano hacia su culo, pero agarró mi muñeca para impedirlo.
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Portobello Road « London in love 1 »
Fanfiction❝A ella le encantaba pasear por Portobello Road, y a mí me encantaba ella.❞