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« Candice »
Harry volvió después de haber salido a hablar por teléfono, con cara de preocupación. Se sentó a mi lado y siguió desayunando algo distraído, por lo que agarré su mano y le sonreí, llamando su atención.

- ¿Está todo bien?

- Niall me ha llamado. Al parecer Belle ha terminado con él... - murmuró.

- Bueno, se veía venir. Niall la trataba muy mal, y todos tenemos una paciencia limitada.

- Pero él está mal... realmente quiere a Belle, nunca le había visto así con ninguna chica.

- Bueno, si de verdad la quiere, luchará por ella.

- No lo creo... Niall se rinde muy fácilmente.

- Anímale a ello, entonces.

- Eso intentaré - afirmó, terminándose su café -. Me voy a ir, ¿vale muñeca? Me está esperando en su casa.

- Claro, ya hablamos luego - sonreí, poniendo la mejilla para que la besara, pero él agarró mi mentón y me hizo girar el rostro para darme el beso sobre mis labios.

Sentí como me sonrojaba levemente, ya que no estaba acostumbrada a que mi hermana me viera besándome con mi novio; y Harry se levantó, despidiéndose de Max antes de irse.

- ¿No te da asco tanto besuqueo?

- Claro que no - murmuré -. Me encanta que Harry me bese.

- Puaj, a mí me dan mucho asco los besos cuando los dan tan largos y con lengua, ¡ew! Es que no puedo.

- Y luego la rara de la familia soy yo.

- Pero si es que los besos son repulsivos, está claro que sigues siendo la rara.

- Lo que digas - negué con la cabeza. Discutir con mi hermana era como discutir con una pared -. Vamos a vestirnos si quieres que vayamos a algún sitio antes de tenga que irme a la editorial.

- Vale, vamos.

Max y yo recogimos la cocina en un momento y fuimos a mi habitación para vestirnos. No mucho más tarde, ya estábamos las dos listas. Entonces salimos de casa y tomamos un bus que nos llevó al centro. Max se empeñó en ir a Picadilly Circus, así que fuimos a la famosa plaza de las pantallas publicitarias para luego subir por Regent Street, ojeando las tiendas y teniendo que apartar a gente para poder pasar, por lo que acabé realmente nerviosa, era más de lo que podía soportar.

- Oye, Candy... - murmuró, cuando pasábamos por delante de la conocida juguetería Hamley's.

- ¿Sí?

- ¿Lo has hecho con Harry?

- Max...

- ¡Dímelo!

- No, no lo he hecho con él.

- Pero con Matthew si lo hiciste...

- Max, basta.

- ¡Candy necesito hablar de esto y no sé si pretendes que sea con mamá!

- ¿Por qué quieres hablar de esto? - bufé.

- Pues porque voy a casarme, así que la noche de bodas tendré que... - murmuró, haciendo una mueca - Y me da algo de miedo.

- No tienes porque tener miedo.

- ¿Duele mucho?

- Un poco, pero siempre exageran. No es para tanto.

- No puedo creer que tú tengas que darme consejos de esto a mí... es ilógico.

Portobello Road « London in love 1 »Donde viven las historias. Descúbrelo ahora