Draco y tú (+18) [En edición]

La mansión Malfoy

Ya era la última semana que me quedaría en Hogwarts. Sabía que no podía ir a mi casa, y mi abuela estaba desaparecida huyendo por su vida. Me quedaría un mes en la mansión de los Malfoy y el resto del verano no sabía dónde lo pasaría. Draco me dijo que me quedara en su casa. Pero no quería abusar. Mel me dijo que podría ir a la suya. Ya lo veré.

Estas últimas semanas han estado completas de exámenes y trabajos. No he tenido tiempo de pasarlo con mis amigos. Menos mal que esta semana no hay nada. Y las clases son más relajadas. Por eso algunos alumnos prefieren irse ya a casa. Porque no hacemos casi nada.

Me encontraba dibujando en la sala común que estaba vacía cuando entraron todos mis amigos.

- Donde estabas t/n, te estábamos buscando- hice una seña a mi cuaderno de dibujo.

-  t/n tienes que pasar tiempo con nosotros , vamos a estar dos meses sin verte- dijo Mel abalanzandose sobre mi.

- Hoy hay una fiesta- puse cara de  odio. No me gustan las fiestas desde lo de la última vez. Me metí en muchos problemas.

- t/n tienes que venir- dijo zabinni mientras cogía a Mel que estaba encima mío y se la puso encima suya.

- Zabinni déjame estar con mi amiga- se puso de pie y volvió a sentarse sobre mi lanzándole una mirada a zabinni de broma.

- Ire- dije

- claro que ibas a venir, sino te hubiese obligado- respondió Mel.

________

Ya era hora de la fiesta se podía escuchar el sonido de la música abajo. Mel y yo estábamos en nuestra habitación preparándonos. Yo me puse un vestido verde de tirantes.

Y Mel se puso uno igual pero en negro. Bajamos hacia la sala común donde la mayoría de personas ya estaban allí. Nuestro grupo nos esperaba donde siempre. En la parte de los sillones. Yo me senté encima de Draco y Mel se sentó sobre Zabinni. Estuvimos un rato hablando sobre el verano y si podríamos quedar un día todos en algún sitio para vernos.

Un chico vino hacia donde estábamos nosotros y le susurró algo a Draco, este le hizo una seña a zabinni y los dos se fueron.

- Ahora volvemos - susurró Draco en mi oído. Y subieron las escaleras. Nada más irse Mel se acerco a mi.

- t/n van a colocarse. Tenemos que ir con ellos-

- pero tú vas a...-

- claro la diversión no puede ser para ellos solos- subimos por el mismo camino que habían ido ellos.

- seguramente están en alguna habitación-

Fuimos primeramente a la habitación de Draco. Después de abrirla con un hechizo , nos dimos cuenta de que no había nadie.

- Quien era el que los llamo-pregunto Mel

- creo que era Peter Schucko- respondí. Había visto a ese niño algunas cuántas veces en clase. Casi no venía a ninguna. Siempre estaba colocándose en cada rincón donde no hubiese nadie.

Llamamos a la puerta de Peter. Este abrió ya colocado. Tenía en su mano un pitillo. Nos dejo pasar y cerró la ouerta Detrás de él estaban Draco y Zabinni y algunos cuántos niños más. Draco al vernos se dirigió hacia mi con un tono enfadado.

- Que coño haces aqui-

- La diversión solo para los chicos? Que machista- pase y le di un golpe cito en el codo. Peter me dio un pitillo que compartí con Mel. Tome una primera calada, y empecé a toser.

- t/n como sigas te vas a enterar- le di otra calada profunda al pitillo. Esta vez intenté no toser. Eche todo el humo a la cara de Draco. Acto seguido Draco me tomo en brazos .

- que haces Malfoy, sueltame- le pegue en la espalda. Al llegar a su habitación el me soltó en la cama.

- te he dicho que no sigas tomando-

- tu no me dices que hacer- me puse en pie.

- es verdad, pero enserio querías desobederme- se acerco a mí, y se podía notar la diferencia de altura. El me sacaba una cabeza. Y él lo disfrutaba , a si se sentía más poderoso.

- no quería ...- notaba que el ya estaba jugando con mi  cabeza.

- no querías que- me sujeto de los brazos con firmeza.

- no quería desobederte-

- y que vas a hacer para recompensarmelo- notaba a lo que deseaba refiriendo. Me fui agachando lentamente pasando mi mano por sus abdominales. Al arrodillarme pude notar que ya estaba empalmado. Desabroché su cinturón lentamente. Y baje su ropa interior. Me salto a la cara su enorme polla casi me da en la cara. Me lo metí en la boca directamente. Y empecé a pajearsela. Después de unos minutos se corrió en mi boca. Y nos tumbamos en la cama.

- Mañana nos iremos- asentí y me dormí sobre su pecho.

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Ya era la hora de irse. Me levanté y sacudí a Draco.

- Tenemos que irnos-

- Tantas ganas tienes de conocer a mi familia- la verdad es que no lo había pensado aún. Se que es su casa y allí viven sus padres , pero no se me había pasado por la cabeza en ningún momento el tener que conocer a su familia. Empecé a ponerme un poco nerviosa. Pero seguí con lo que estaba haciendo. No quería que Draco pensase que lo estaba.

- Tranquila le caerás bien- dijo y plantó un beso en mis labios.

Me puse para conocer a sus padres...

Subimos al tren y ya habíamos dejado las maletas en los compartimentos. Estaba muy nerviosa. El trayecto se me estaba haciendo bastante corto. Iba pensando en la nada hasta que una voz dulce que me saco de mis pensamientos.

- El carrito de dulces, alguien quiere algo del carrito...- mi cara se iluminó. Estaba apunto de pedir las ranas de chocolate que eran mis favoritas , pero Draco me interrumpió.

- quiero todas las ranas de chocolate - la señora se las dio y el las guardo en su bolsa.

- Draco...- respondí- yo quiero...-

- si te portas bien te daré una-

- ni que fuera un puto perro- respondí. Pude sonar borde pero es que estaba molesta.

- conmigo no utilices ese vocabulario. O tendre que castigarte- lo ultimo me lo dijo en voz baja al oído.

- dame una al menos ahora- puse cara de de pena y al parecer funcionó. Draco hurgó en su bolsa y sacó una rana de chocolate. Yo la abrí y salto un vez. La atrapé y me la comí entera.

- no me ibas a dar??

- te pasa por haberlo comprado todo.

Zabinni y Mel seguían nuestra conversación. Casi se me olvidaba que estaban allí. Llegamos a la estación. Y me despidi de todos. Menos de Draco. Nos fuimos para su casa.
Al llegar me di cuenta que era muy oscura.

Era una mansión. Era grande y de piedra. Tenía ventanas alargadas y jardines sin flores. Recorrimos todo el camino hasta llegar a la puerta donde sin llamar nos abrió una señora con pelo largo negro y dos mechas rubias...