Capítulo 22.

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Lali

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Lali.

« Qué hice, qué hice qué hice. »

Siento mi respiración agitarse, no puedo creer que le haya contestado a mi madre así. Dios mío, ella me va matar. Empiezo a sentir la falta de aire, doy un respingo, cuando siento unas manos que me toman el brazo.

— ¿Te sientes bien? — miro a la señora Gimena.

— Yo.... Acabo de cometer el peor error de mi vida.

— Ven, siéntate. Parece como que quieres desmayarte.

Es lo que deseo, pero no lo digo ya que no quiero que ella se preocupe.

— Es que nunca le había hablado a mi mamá de esa manera. 

— Lo siento de verdad, fue mi culpa. Apenas me conoces y me defendiste de tu madre.

— Ella no tenía derecho de tratarla como lo hizo. Cuando la vi que estaba actuando extraño me decidí quedar. Nunca imaginé que la tratara de esa manera tan horrible.

— Tu madre me tiene odio porque tu padre me amó. — dice y la miro con tristeza. — lo siento no quise hacerte sentir mal.

— Entiendo la verdad que lo entiendo. Fue lo mejor ella... Ella no iba a ser la mujer adecuada.

— Lali de verdad lo siento mucho. Quise que hayas pelado con ella.

— No importa. La verdad no importa. Ella no le importa. — más bien no sé qué será capaz de hacerme ahora que le hablé así.

Dios mío, espero que no quiera hacerme daño. Soy una completa idiota.

— Lali.... — miro a la señora Gimena. — será mejor que yo me vaya de la casa. Si me voy podrás arreglar este conflicto con ella.

— No señora.....

— Es lo mejor. Gracias, ahora que te conozco siento que Nico está conmigo, te pareces mucho a tu padre.

No digo nada. Solo me quedo callada. La señora Gimena sale y sé que va a buscar a Peter para decirle que no se quedará. ¿Será que le dirá cómo la trató mi madre? Pero en eso no tengo que pensar, porque más bien ahora yo debería estar preocupada por lo que mi madre me puede llegar hacer.

.....

Katherine llegó a la que era su casa y entró. Hizo una mueca al ver la casa desordenada. Pero prefirió ignorar. Lo único que quería era hablar con Leo. Quería poner en su lugar a si hija, pero sabía bien que no podría hacerlo con toda esa gente en la casa. Pensaría la mejor forma de hacerla sufrir y desquitarse de ella sin que Peter se llegara a enterar.

Entró al cuarto y miró a Leo acostado boca abajo. Se acercó y le acarició la espalda. Él se levantó bruscamente. La agarró del cuello y la tiró a la cama. Katherine lo miró sorprendida.

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