Capítulo 17.

647 46 29
                                    

Peter

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Peter.

Siento todo mi cuerpo adolorido por la causa que me quedé a dormir aquí, tuve que dormir en el mueble y bueno no es tan acogedor para dormir. Miro la hora en mi reloj y me sorprendo al ver que ya casi son las nueve de la mañana. Ayer no dejé de pensar en cómo Lali va tener que llevar ahora las riendas siendo la única hija de Nico y su heredera. Me da tristeza pensar que mi padrino no pudo disfrutar tener a su hija, poder conocerla. Pero bueno eso ya no tiene caso que pensar, ahora lo importante es que Lali se sienta a gusto y que todo le vaya fácil, yo estaré para ella siempre que me necesite.

Me siento y doy un bostezo mientras me estiro. Tengo que pasar primero por mi casa para poder cambiarme y después irme a la casa de Katherine y Lali.

— Peter... — giro y veo a Celes que me mira sorprendida. — ¿Te quedaste a dormir?

— Sí, no te podía dejar en el estado en el que estabas. — digo y veo como ella se sonroja.

Se acerca y se sienta a la par mía, soltando un suspiro.

— ¿Quién eres y que hiciste con el verdadero Peter? — pregunta.

— No sé de qué hablas.

— En otro momento me hubieras dejado aquí y te hubieras ido. Nunca fuiste alguien que le guste estar junto a alguien que tiene problemas. Soy tu amiga y siempre cuando tenía algo para contar, vos decías que no eras esa clase de hombre que se queda para escuchar los problemas de los demás. Sos mi amigo y por eso digo que me es extraño que vos te quedarás después de traerme aquí.

— Siempre me preocupo por mis amigos Celes. Bueno es verdad que odio escuchar los problemas de los demás, pero es algo que estoy cambiando y más cuando quiero ayudar alguien.

— ¿Quieres contarme? Claro si vos quieres, sabes que estoy para escucharte y más cuando ayer estuviste para mí.

— Encontré a la hija de Nico y ella no la ha pasado muy bien. Quiero ayudarla a superar todo lo que ha vivido, pero no sé cómo cuando ella no quiere contarme. 

— Oh eso es genial que la hayas encontrado. ¿Pero tan mal lo está pasando?

— Ella sufrió un ataque cuando era adolescente y tiene una cicatriz en su cara, eso hizo que todo su autoestima se viniera abajo y quiero hacer que ella vea que no tiene qu importarle lo que digan los demás que ella es bella tan cuál es y que esa cicatriz no la hace horrible, si no, que la hace ver cómo una luchadora.

— Lo que me estas diciendo suena muy fuerte para ella. Pero si quieres ayudarla, así como dices que ella tiene la autoestima muy baja, deberías llevarla con un psicólogo que la ayude. Ella necesita hablar sobre lo que siente y creo que solo con una ayuda profesional la puedes ayudar. Pero dime, Peter. Ella es alguien importante para vos, ¿no? Digo por la forma en que dices que quieres ayudarla.

Belleza fugitiva Donde viven las historias. Descúbrelo ahora