A veces el enemigo es la persona que menos te los esperas y el mío es mi propia madre.
¿Por qué lo digo?
Porque ella me arruinó la vida.
Mi vida es así: mi madre fue una modelo mas cotizadas de todo el país y en una de sus pasarelas, conoció a mi...
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Lali.
No sé cuánto tiempo llevo metida en la ducha, pero sé que no puedo quedarme aquí. Salgo y me pongo una toalla, salgo y me encuentro con Cele sentada en la orilla de la cama y al verme me sonríe tiernamente. Odio que me miren con pesar, pero sé que eso no lo pueden evitar.
— ¿Cómo te siente? — pregunta al ver que yo no hago nada por hablar.
Me encojo de hombros, mientras voy al ropero y saco un vestido y mi ropa interior. Entró nuevamente al baño y me cambio rápidamente, después vuelvo con ella, me siento en la cama y me abrazo las rodillas, mientras mis ojos se llenan de lágrimas nuevamente.
— Lali, sabes que puedes decirme cualquier cosa, para eso estoy aquí para apoyarte.
— Gracias.... Pasa que no sé cómo sentirme, todo fue tan horrible... — mis lágrimas empiezan a caer. — Leo quiso abusar de mí, si no hubiera sido por esa mujer, él lo hubiera hecho..... Juro que intenté luchar, pero él era demasiado fuerte, si ella no hubiera llegado.
Cele se pone de pie y se acerca a mí. Me abraza.
— Ya todo pasó.
— Nada ha pasado porque él sigue libre y puede hacerme daño en cualquier momento y por mi culpa esa mujer está muerta.....
— Eso no va pasar y no es tu culpa que ella haya muerto. Escucha, Peter no va dejar que te hagan daño, vas a olvidar todo esto que pasó.
— Eso espero, ya no quiero seguir así. Quiero ser libre y que nada malo pase.
— Te aseguro que eso va pasar. Por cierto te traje una pastilla para que puedas descansar ya que debes hacerlo.
Asiento mientras ella se pone de pie y me entrega el vaso con el agua y una pastilla. Me la tomo y me acuesto mientras comienzo a sentir mis párpados pesado. Poco a poco mis ojos se van cerrando hasta quedarme profundamente dormida.
Peter.
Suspiro mientras me llevo una mano a mi pelo, todo esto es una locura, debí cuidarla más, nada de esto hubiera pasado si no me hubiera confiado como lo hice. Soy un imbécil, quería ir a verla, pero Celes me hizo ver qué ahorita Lali no estaría tranquila que yo fuera, así que ella fue a verla. Solo quiero que Lali este bien, solo eso quiero.
— Toma lo necesitas. — levanto la vista y veo que Gastón me extiende un vaso con ron. — esto te va ayudar.
— Gracias amigo. — tomo el vaso y me bebo el contenido de un solo trago haciendo una mueca. — espero que Celes pueda hablar con ella.
— Ya lo hice. — giramos a verla. — estará bien, ahorita le di una pastilla para que pueda dormir.
— ¿Que te dijo?
— Ella estaba bien, pero ese hombre intentó abusar de ella, pero no lo logró ya que la mujer que murió evitó eso. Lali se siente culpable por su muerte pero estará bien.
