Capítulo 50.

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Lali

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Lali.

Me preocupa mucho Celeste, intenté ser un apoyo para ella y le dije que antes de que tomara una decisión hablara con Gastón, ya que él tenía igual de derecho de saber lo que estaba pasando, sí entiendo que somos dueñas de nuestros cuerpo y solo nosotras decidimos que hacer con ello, pero siento que cuando se trata de otra vida, también la otra personas tiene derecho de saber lo que pasa. Sé que no soy madre y nada por el estilo, pero siento que si estuviera esperando un hijo aunque la otra persona no tuviéramos nada, pienso que también tiene derecho de saber que estoy esperando un bebé y buscar la manera de solucionar el asunto. Hablando se puede entender, pero lo que pasa solo es asunto de Celeste y ella va decidir que hacer, solo espero que tome la decisión correcta.

— ¿Todo está bien? — levanto la cabeza y veo que Gastón me mira preocupado y de reojo pero sin apartar mucho la vista de la carretera Pablo también me ve.

— Sí... Creo. Bueno no soy la del problema si no mi amiga, pero no soy yo quien deba decirlo.

— ¿La señorita Celeste tiene algún problema? — arqueo una ceja al notar la preocupación de Pablo.

— Es asunto privado, pero sé que ella lo va solucionar. Pablo, ¿a ti te interesa Celeste?

— Yo.... No, solo sé que ella es una buena mujer y cuando la conocimos nos dimos cuenta, que no era la clase de persona que ve a los empleados mal. Por eso pregunto si ella tiene algún problema, para ver si la podemos ayudar.

— Ajá. Bueno ella lo va saber solucionar. Por cierto. — decido cambiar de tema. — han sabido algo de... Ya saben quién.

— No. Lamentablemente parece como si la tierra se lo haya tragado. — suelta un suspiro Gastón. — hablamos con un amigo de una agencia de detective, bueno él está buscándolo, pero nada.

— Lo que nos dijo nuestro amigo que es posible que Leo se haya ido del país. — es Pablo quien habla ahora.

— No puede ser, ¿pero como fue que la autoridad no se dio cuenta?

— Puede que haya sobornado a los de la frontera, no sabemos pero esa es la única posibilidad si no sabemos nada de él.

— ¿Ahora? Ese hombre está libre sin pagar por todo el daño que ha hecho.....

— Nosotros también estamos molesto. Ese maldito mató a nuestra hermana. — noto como Pablo aprieta el volante.

— Estamos haciendo todo lo que hay en nuestro alcance para encontrarlo y hacerle pagar. — dice Gastón. — pero si se fue del país no podemos hacer nada ya que son las autoridades que deben dar el aviso a los posibles países que Leo haya elegido para irse, No sabemos si cuando entró a tal país, tomó un avión y se fue a otro.

— No puedo creer que haya tenido la forma de irse. — me siento tan decepcionada que los guardias de nuestro país se hayan dejado sobornar.

— Entiendo la molestia, ya que tanto mi hermano, como yo lo estamos igual. No sabemos si se haya ido del país, pero tampoco estamos seguro que esté aquí.

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