Capítulo 2

726 53 8
                                    

Peter

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Peter.

Siento que la cabeza de va explotar. Llevo buscando a la hija de Nicolás desde hace mucho tiempo, desde que me pidió esa tarea, él fue como un padre para mí cuando los míos murieron en un accidente; Nicolás prácticamente me crío como hijo, a pesar que él y su esposa no lograron serlo. Cuando enfermó, me contó cómo tuvo una aventura con una joven modelo, que para él ese tiempo solo era pura diversión. La mujer quedó embarazada, pero él no quiso saber nada, y más cuando estaba comprometido. Nunca supo si ella llegó a tener al bebé. Nicolás me pidió que la buscara. Eso me encargué de hacer, me enteré como ella había tenido una hija, pero nunca pude dar con ella y en donde vivían.

Nicolás antes de morir me pidió que terminara con la búsqueda de su hija. Eso estuve haciendo, pero la logré encontrar, ahora sólo tengo que ver cómo llegar acercarme.

De pronto viene a mi mente la mujer del velo. Lo que no puedo dejar de pensar es en esos hermosos ojos tan cautivadores.

— Hola Peter. — la voz de mi mejor amigo me saca de ese pensamiento.

— Gastón, amigo. ¿Como has estado?

— Bien, vine para tomar algo y relajarme. ¿Puedo sentarme?

— Sabes que sí tonto. — río. Hago una seña para que nos traigan dos bebidas. — ¿como te estás yendo todo? — pregunto.

— Los hoteles van bien, pronto quiero abrir uno nuevo en las Bahamas, pero no sé todavía. Tengo que ver el tipo de lugar que sería bueno construir uno.

Nos traen las bebidas.

— Los hoteles Dalmau son los mejores. — digo tomando de mi bebida.

— Vos cómo vas con todo eso de la investigación y la empresa de Nicolás.

— Sigo buscando a la supuesta hija, aunque tengo unos datos, pero no son nada confiables. Y sobre la empresa voy bien.

— Nicolás tuvo mucha confianza en ti, antes de morir. Todavía no me creo que pueda tener una hija.

— Ni yo. El testamento dice que todo será pasado a su hija, claro. Teniendo en cuenta que lo sea, por eso cuando la encuentre le pediré que se haga una prueba de ADN.

— Si llega a no ser, todo la herencia será pasada a ti.

Hago una mueca.

— Es lo menos que me importa. Lo único que me importa es lograr lo que le prometí a Nico, hasta que lo consiga quedaré tranquilo.

— ¿Con la viuda que pasa?

— Para ella fue un duro golpe saber que mi padrino posiblemente tuviera una hija, aunque le fue duro de asimilar siguió estando a su lado. Se amaban mucho. Mi padrino le dejó una parte a ella para que viviera toda su vida tranquilamente. Ella decidió irse de viaje para poder sanar el dolor de perder a su esposo.

Belleza fugitiva Donde viven las historias. Descúbrelo ahora