Capítulo 26.

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Tras salir del consultorio de Cielo

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Tras salir del consultorio de Cielo. No puedo evitar sentirme algo tranquila. Me siento sumamente liberada, debí haberlo hecho hace mucho tiempo, pero mientras mi madre, mejor dicho. Katherine estuviera cerca de mi, nunca lo hubiera logrado. Ahora siento que tendré una mejor vida lejos de ella, de sus malos tratos. Ahora tengo a personas que se preocupan por mí. Eso me tiene muy feliz.

Al llegar a la casa, no tengo ganas de hacer lo mismo que hacia. Así que está vez, me saco el velo, y me voy para el patio. Una de las criadas me traen un jugo, noto como me mira, la verdad me incómoda un poco, pero no puedo estar escondiendo siempre que alguien me quedé viendo.

— ¿Quieres preguntar algo? — pregunto ya un poco cansada por su mirada.

Ella se da cuenta y rápidamente niega. Se va sin decirme nada. Me siento bien que por fin estoy empezando a dejar que la mirada de otros me incomode. Yo sé que me será difícil ya que apenas estoy empezando a dejarme llevar, pero esto es solo el comienzo y sé que pronto voy a poder dejar atrás la incomodidad de que otros me vean. Tomo de mi jugo, y siento una tranquilidad que nunca antes había sentido en mi vida. en otras circunstancias; estaría en mi cuarto con temor a que mi madre me quiera hacer daño, pero ella ya no está más aquí. Ahora soy libre, o eso espero. Todavía no puedo cantar victoria, yo sé que mi madre no es de la clase de mujer que se va quedar tranquila tras la circunstancias que ocurrió todo. Ella quería conquistar a Peter, pero ahora no va poder hacerlo porque él se dio cuenta la clase de mujer que es ella, dudo mucho que Peter llegara hacerle caso, además él dijo que sentía algo por mí.  Aunque es muy difícil de poder creerlo, pero tengo que hacerlo. Peter me quiere y yo lo quiero a él.

— Señorita, la llaman por teléfono. — me lo entregan.

— ¿Te dijeron quien es?

— No. Solo me pidieron hablar con usted.

Asistiendo, llevo el teléfono a mi oreja.

— ¿Hola?

— Hola hijita. Cuidado me cuelgas porque te aseguro que te vas arrepentir. — trago saliva mientras la escucho. —¿piensas que te has librado de mi? No cantes victoria.

Déjame en paz....

— ¡Nunca! Crees que con tener a esos dos hombres cuidándote está a salvó, si te sorprende que yo lo sepa, déjame decirte que no está bien cuidada. Cuando yo quiera puedo terminar con lo que tienes, ni Peter ni nadie te podrá ayudar.

— Estoy cansada de ti, no voy a dejar que me sigas intimidando, ya no más. Si piensas que me voy a dejar como lo he hecho toda mi vida, déjame decirte que no será así. Si no me dejas en paz, iré a la policía y pondré la denuncia sus tuve que haber puesto desde hace mucho, pero por miedo a ti no lo hice.... Déjame tranquila Katherine, porque si no lo haces se me va olvidar que eres mi madre, así como tú te olvidaste que era tu hija cuando me hiciste tanto daño. No quiero saber mas nada de ti.

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