Capítulo 19.

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— Como necesito besarte

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— Como necesito besarte. — dice.

Mi corazón empieza a palpitar rápidamente, estoy sorprendida al escucharlo decir esas palabras. ¿Me quiere besar? No, es imposible, él no puede sentir la ganas de besarme y peor por el aspecto que tengo, es imposible, debo haber escuchado mal, Peter no puede..... Pero sus ojos se notan el anhelo.

Yo también deseo besarlo, solo tengo que acercarme un poco a él y besarlo como Peter me acaba de decir, pero no me atrevo, el miedo me detiene. No puedo ilusionarme, Peter merece a una mujer que no sea la burla de los hombres, yo no puedo, no puedo hacerlo. Con todo el dolor en mi alma; me aparto de él y con tristeza lo miro.

— Por favor quiero volver a la casa.....

Peter se aleja de mí y asiente. Entramos al auto, en todo el camino ninguno de los dos dice nada, yo no le pregunto porque dijo lo que dijo, pero tengo curiosidad de saberlo. Abro la ventana de auto y cierro los ojos al sentir el aire. No puedo evitar pensar en lo que Cielo me dijo, aunque me haya enojado ella tenía todo la razón, pero como puedo decir la verdad, cuando pasó lo que pasó fue hace mucho tiempo, si vengo a contarlo ahora, nadie me va creer, aunque quisiera gritarlo, no puedo. No puedo decirle a nadie lo que mi madre me hizo.

Llegamos a la casa. Bajo y corro hacia la casa sin verlo, no quiero hablar con él en este momento, además tengo mucho que pensar. Entro a la casa y me detengo a ver a mi madre. Ella me mira con una ceja arqueada y está a punto de decir algo, pero se detiene al ver entrar a Peter. Ella pone su mejor sonrisa y se acerca a nosotros.

— Que bueno que ya están aquí. Oh veo que se trajeron toda la tienda con ustedes. — dice con una gran sonrisa, pero noto la voz de envidia en ella.

Nerviosa giro a ver y agarró las bolsas de compra que Peter trae y no me acordaba de ella. Tras agarrarlas, le agradezco y subo las escaleras rápidamente. Quiero estar sola en mi cuarto y no salir de él.

Peter.

Veo subir a Lali las escaleras y me regaño mentalmente por lo idiota que fui. Como fui capaz de decirle que necesitaba besarla. Más bien la asusté por andar diciendo eso, no debí hacerlo. Tendría que guardarme lo que siento, debí tener paciencia sabiendo que Lali no está acostumbrada a estás cosa. Pero no vengo yo todo impulsivo y le digo de golpe que quiero besarla. Ahora siento que ella va subir un muro entres nosotros y eso es lo que no quería que pasara.

— ¿Estás bien? — Kat hace que gire a verlo. — como les fue con el abogado.

— No fue tan bien como quería. — digo caminando a la sala. — ¿por qué Lali no tiene sus documentos? — veo como ella se sorprende.

— Ella no quiso hacerlo...... Sabes que por su cicatriz, mi hija se negó.

— Entiendo, lo malo que necesito que ella saque su documentación para que pueda recibir la herencia de mi padrino.

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