Capítulo 29.

347 32 4
                                    

Lali

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Lali.

Abro los ojos y me acostumbro a la luz. Todo el recuerdo de lo que pasó ayer me vienen a la mente. Una sonrisa se forma en mi cara, Peter me tiene abrazada y no quiero separarme de él. Es que todavía no me creo que sea su novia, siento que todo fuera un sueño, si no estuviera en este momento abrazada a él, no lo creería. Me siento tan feliz. Con cuidado para no despertarlo, me separo de él, lo miro, Peter es tan guapo que todavía no me creo que él me quiera. Salgo de la tienda sin hacer ruido y camino hacia el mar. Entro y cierro los ojos para sentir la brisa. Siento que por fin la vida me está dando la oportunidad de ser feliz, lo cual no pienso desaprovechar. Me cansé que toda mi vida fuera miedo, llanto y tristeza. Katherine me hizo sentir que yo no valía para nadie, que mi cicatriz iba hacer que todo hombre sintiera asco de mí, lo creí cuando me ilusioné con aquel chico que después que me vio la cara fue sumamente cruel, pero ahora sé que hay personas que aman sin importar la apariencia física y Peter es uno de ellos, aunque me costó creerlo, él me ama y yo lo amo con todo mi ser, dentro de mí siente miedo que está felicidad que siento, llegue a terminar mal, pero si no me arriesgo no seré feliz. Peter es el hombre que vino a mi vida para llenar mi vida de felicidad, para hacerme reír.

De pronto siento unos brazos envolviendo.

— ¿En qué piensas hermosa? — suspiro feliz apoyándome en Peter.

— Que me siento tan feliz de saber que soy tu novia. — digo mientras una lágrima comienzan a caer. — nunca pensé que iba a pasarme, que me iba a enamorar cómo te amo a ti, porque nunca me imaginaba que alguien se iba a fijar y enamorar de mí, ya que a causa de mi cicatriz siempre sentí que me no valía nada, que era un monstruo y que solo daría lastima.

— Los dos estamos aprendiendo amar. Porque es nuestra primera vez. Te juro que te haré muy feliz amor y que te voy a demostrar que te amo por lo que eres, porque aunque tengas esa cicatriz eres la mujer mas bella, para mí lo eres y lo serás siempre. Así que iremos aprendiendo poco a poco para que nuestra felicidad sea eterna.

— Te creo mi amor, te creo. Y sabes, ya no tengo miedo, te doy mi corazón con mis ojos cerrados porque te amo con todo mi ser. Ayer me puse a pensar sobre los sueños, yo nunca quise pensar en los sueños, pero ahora sí. Quisiera una casa frente al mar, junto a ti y formar una hermosa familia con dos o tres hijos. Ayer lo soñé. Soñé que estábamos así como ahora, viendo a nuestros hijos jugar con el agua. — suspiro. — quisiera que ese sueño se haga realidad. — de pronto me hace girar quedando nuestras cara frente a frente.

— Ese sueño se hará real mi amor, porque yo me voy a encargar de que suceda, iremos paso a paso, pero verás que te daré esa familia qué tanto deseas y ese sueños que tienes ahora, es mi sueño.

Sonrió y Peter acerca su labios a los míos para comenzar un suave beso. Dónde yo le entrego mi amor y él me entrega el suyo, este beso es la promesa de que haremos realidad ese sueño.
Nos separamos poco a poco y nuestra respiración es algo agitada. Sonreímos y caminamos nuevamente a la tienda para recoger nuestras pertenencias y así volver a nuestra casa, porque sí. Es nuestra casa.

Belleza fugitiva Donde viven las historias. Descúbrelo ahora