A veces el enemigo es la persona que menos te los esperas y el mío es mi propia madre.
¿Por qué lo digo?
Porque ella me arruinó la vida.
Mi vida es así: mi madre fue una modelo mas cotizadas de todo el país y en una de sus pasarelas, conoció a mi...
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Mi cabeza da muchas vueltas y tengo ganas de vomitar. Yo de tonta que me pongo a beber cuando no estoy acostumbrada a estas cosas. Me levanto mientras camino al baño para lavarme los dientes, la pasta me sabe horrible cuando comienzo a lavarme la boca. Cuando termino, voy y me doy una ducha. Al estar lista y ya cambiada, bajo y veo a Peter que está sentado en el comedor, cuando me ve, arquea una ceja. Suspiro mientras tomo asiento.
— Por tu cara, sé que no la estás pasando bien. — hago una mueca.
Julia se acerca y me trae una pastilla y me pone el vaso con agua. Le agradezco con la mirada mientras me la tomo. Espero que me haga efecto. La verdad no tengo apetito para comer, siento mi estómago revuelto.
— Iré a trabajar, ¿estarás bien?
— Claro que sí. Además quiero ir con Cielo para hablar con ella.
— No olvides ir con Gastón y Pablo, por favor no te alejes de ellos, también lleva contigo el celular para poder comunicarme contigo.
Asiento, escuchamos unos gemidos y al girar vemos aparecer a Celeste con una cara que debo de tener yo igual. Ella se sienta y Julia hace lo mismo que hizo conmigo, le da una pastilla y algo para beber, ella lo hace y comienza a gemir.
— Ni se te ocurra..... — dice con los dientes apretados cuando Peter iba a decir algo. — Dios, que dolor, juro que no vuelvo a tomar nunca en mi vida.
— Estoy igual que tú. — suspiro.
— Cuánto lo siento Lali, yo fui la que te indujo beber conmigo.
— Para eso están las amigas para estar en las buenas como en las malas.
— Gracias. Tengo que irme ya que debo ir al trabajo, lo siento nuevamente. Hablamos luego.
— Te llevaré ya que no estás en condiciones para conducir. — Peter se pone de pie. — Lali por favor acuérdate de lo que te dije.
Asiento. Peter se acerca y me da un beso y se va junto a Celes, mientras yo me pongo de pie, voy por mi bolso y meto el celular. Salgo y veo a Pablo y Gastón hablando, cuando ellos me ven dejan de hacerlo y me sonríen.
— El señor Peter nos dijo que saldrá, estamos listo para llevarla a dónde guste.
— Gracias. — digo cuando entro al auto.
Pablo es quien comienza a conducir mientras yo me quedo revisando mi celular, Peter les ha dado la dirección del consultorio de Cielo. Al llegar; ellos suben conmigo y me esperan mientras yo entro a la oficina, sonrío cuando veo a Cielo.
Empiezo hablar con ella de todo lo que siento. Sobre Leo, el miedo que tengo que él intenté hacer algo, también le cuento sobre sentirme culpable por la mujer que murió, Cielo me hace ver que yo no tengo la culpa que cada quien elije su destino. También me pregunta sobre Katherine, a lo cual yo hablo de sentirme casa vez más tranquila de haberme alejado de ella y que ya no es una persona importante en mi vida.
