A veces el enemigo es la persona que menos te los esperas y el mío es mi propia madre.
¿Por qué lo digo?
Porque ella me arruinó la vida.
Mi vida es así: mi madre fue una modelo mas cotizadas de todo el país y en una de sus pasarelas, conoció a mi...
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Peter.
Todos estaban en sus habitaciones y yo la verdad todavía no tengo sueño. Me pongo de pie. Poniendo mi chaqueta, salgo de mi habitación y voy a la habitación de Lali, solo espero que no esté dormida. Toco y espero un momento, la puerta se abre y ella sale mirándome con una sonrisa.
— Espero que no molestar tu sueño. — ella ríe mientras niega.
— Todavía no tengo sueño.
— Genial. ¿quieres salir conmigo ahora? Pasear un rato.
— Si, iré por mi chaqueta.
Ella vuelve a entrar y después sale ya cambiada. Nos vamos afuera y la noche está muy hermosa. La tomo de la mano y caminamos por el sendero, hacer algo de frío, pero es agradable y más por estoy junto a ella. Con Lali me siento que puedo ser yo mismo.
Llegamos a una banca iluminada con unos faroles. Nos sentamos y Lali pone su cabeza en mi hombro mientras suspira.
— Esto se siente tan bien. Nunca pensé que estaría así con alguien, para mí era que estaría atrapada con Katherine, recibiendo sus malos tratos. Ahora estoy aquí contigo en un lugar tan mágico en dónde ya nada me da miedo.
— Cambiaste mucho. — le digo.
— Sí. Nunca me hubiera atrevido a salir sin un velo que ocultar mi rostro. — se aleja un poco de mí y me mira con una sonrisa encantadora. — mírame ahora. Estoy sin velo y ya no me importa lo que otros piensen de mí. Siempre Katherine me hizo sentir ese terror, que nadie me llegaría amar por mi apariencia. Ella siempre me hizo sentir miedo, culpable de que me haya lastimado porque yo me lo busqué.
— Pero no fue así. — le aprieto la mano con ternura. — le demostraste que eres muy fuerte y aprendiste a pasar los obstáculos que ella te ponía, hasta darle un alto por todo lo que te hizo. Más bien eres una mujer muy excepcional. Ella te lastimó y aún así no le denunciaste cuando lograste librarte de ella.
— Creo que nada cambiaría. Solo es aprender a seguir adelante, vos me hiciste ver eso. Ahora soy más fuerte.
— Así es mi amor. — tomo su barbilla y acerco mis labios a los de ella.
Lali cierra sus ojos y con mucha ternura comenzamos a besarnos, demostrando en este beso cuanto amor sentimos el uno con el otro. La delicadeza con la que nos besamos hace que todo lo demás se detenga. Así estamos un largo tiempo entre besos, risa pasamos un agradable rato.
Volvemos a nuestra cabaña ya que empieza a subir más la temperatura. Nos besamos por una vez más y cada uno nos vamos a nuestras habitación. Me cambio de ropa para dormir y meto en la cama, cierro mis ojos y me quedo profundamente dormido.
Abro mis ojos cuando escucho varias voces. Doy un bostezo y miro la hora. Son las nueve de la mañana. Sigo escuchando voces es como si alguien discutiera. Me levanto de la cama, saliendo de mi habitación, bajo las escaleras y veo a Celes discutiendo con Rochi. Los demás intentan calmarlas.
