Right now | Bughead

𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 85

════ ⋆★⋆ ════

Días después, la rubia caminaba junto a su hermano.

—¿Como va todo con Jughead? —preguntó David, mientras cruzaban la calle.

Ella lo miró. —pues, bien.

David la miró de reojo. —¿han estado hablando?

—Si, en estos momentos esta su abuela entrando a cirugía... —aseguró y tragó en seco. —aveces solo quiero estar ahí con el. Al menos un poco más.

El apoyó su mano en el hombro de la chica, mientras se paraban frente a una cafetería. —tranquila, Betts. El es muy fuerte, y lo sabes.

Esta asintió para ambos tomar aire, y entrar.

Estos habían ido a presentarse por trabajo, pensaban hacer de meseros juntos, mientras Jacob estudiaba lejos.

Horas más tarde, ambos habían sido aceptados.

—Amor. —soltó Jughead tras el teléfono.

La chica sonrió al oírlo. —¿como va todo allá? —ella estaba alejada de su hermano, mientras el terminaba de arreglar algunas cosas.

El pelinegro se acomodó en su asiento, llevaba más de una hora en sala de espera. —pues, no me han dicho nada. —suspiró tapando su cara con su mano sobrante. —¿tu? ¿te han aceptado?

—Si. —aseguró feliz. Simplemente escuchó una risita de Jughead. Causada por la ternura.

—Estoy feliz por ti, cariño. Felicidades.

Su cara cambió a una triste, dios. Era obvio que el estaba mal. —Jug, ella puede con esto. Saldrá todo más que bien. —alentó.

—¿Y si no? —su voz se quebró. Cada día se hacia la mismísima pregunta, cada día le dolía más. —¿que haré?

El corazón de la rubia se estrujó. Quería abrazarlo, quería decirle frente a frente que todo estaría bien. Maldita distancia. —ten fé, Jug. Porfavor. —rogó.

—No es fácil. —murmuró este entre lágrimas.

—Lo sé, pero porfavor. No... simplemente ten fé en ella, y en lo fuerte que es.

—Quiero abrazarte. —confesó tomando aire mientras secaba sus lágrimas.

—También yo, y te extraño. Pero pronto podremos vernos.

(...)

—¿Los aceptaron? —preguntó Mitchael con una sonrisa viendo a sus dos hijos entrar.

Ambos asintieron. Jacob sonrió orgulloso.

—¡Felicidades! —soltó Nicolas.

—Felicidades chicos. —habló su hermano.

La rubia comenzó a ayudar a su padre a colocar la mesa. —comenzamos pasado mañana. Pero no tenemos los mismos turnos.