𝐄𝐩𝐢𝐥𝐨𝐠𝐨

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Una rubia lloraba en su cama , cansada de dar vueltas con el mismo tema hace ya cinco meses. ¿Porqué todo debía ser tan complicado? Solo quería ser feliz junto a él.

Jughead entró al cuarto con sus ojos llorosos, el también estaba mal. Pero Betty sentía más esto. En parte se sentía culpable.

Se acostó a su lado y la abrazó por detrás. —tranquila mi amor. Nosotros... lo lograremos.

Ella limpió sus lagrimas y asintió sin verlo. —lo sé, solo que odio tener que esperar tanto para esto. —hizo un silencio mientras volvía a soltar lágrimas. —¿Porqué mis padres pudieron hacerlo tan fácil y nosotros no?

—Porque tus padres tenían contactos que nosotros desgraciadamente no tenemos. —murmuró. —pero estamos trabajando tanto en esto, y lo lograremos. No falta tanto, pronto tendremos a nuestras niñas en casa. —negó.

Esta se giró para verlo con lágrimas. —¿lo prometes?

Y si, luego de tantos años juntos ella seguía haciendo esa pregunta.

El soltó una risita para negar. —yo no prometo las cosas, Betty. —negó. —no puedo prometerte algo que siquiera tengo asegurado. —la miró para acariciar su mejilla. —tan solo tengo fe en que todo estará bien.

En aquellos últimos años, Betty y Jughead habían intentado tener un bebé, luego de tanto tiempo sin nada, decidieron hacerse estudios y demás, comprobando que "todo estuviera bien"

Pero no todo estaba bien, la realidad es que Jughead era infértil, el no podría tener hijos de sangre nunca.

Esa noticia fue algo muy privado de ambos, algo que les tomó por sorpresa y les pegó muy fuerte. Realmente querían ser padres juntos, Jughead había terminado sus estudios y tenían buenos ingresos, eran felices juntos y sabían que podían ser un más si contaban con un niño/a.

Cuando ambos estuvieron mejor mentalmente, decidieron comenzar a buscar en diferentes orfanatos a su
niño/a tan deseado.

Lo mejor fue cuando visitaron el segundo orfanato, enterándose del caso de dos gemelas de tan solo cinco años, quienes habían sido abandonadas por su abuela luego de la muerte de su madre y desaparición de su padre.

Pero todo se complicaba con la justicia, ninguno de ellos había tenido problemas antes con ellos, ni menos. Tan solo que la adopción de un hijo no es tan fácil como la adopción de una mascota.

La semana próxima debían ir a buscar a las niñas para tener una "semana de prueba" ya que todos querían comprobar que las niñas estén cómodas ahí.

Jughead y Betty habían preparado el cuarto para ambas. Sus nombres eran Lucía y Kyra.

Dos niñas muy lindas, rubias tal como ambos. Las veces que las habían visto habían notado la simpatía que ambas traían y sus sonrisas tan dulces e inofensivas.

Right now | BugheadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora