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—¿Saldrás con los chicos?
El asintió. —iremos a la casa de William.
La rubia le sonrió, acostada en la cama de este. —okey. Yo supongo que dormiré aquí hasta que vuelvas.
—¿No quieres venir conmigo?
La rubia frunció el ceño. —¿por?
—No lo sé, quizás quieres ir. Estaremos en el patio de su casa.
—No lo sé, no tengo muchas ganas.
—¿Segura? —este colocó su mano en la cintura de la chica, haciendo caricias. —creo que estarán en la piscina. —este hizo una mueca. —pero ambos sabemos que seguramente no me meta en la piscina.
—Con más razón, no iré. No me meteré ahí, sola.
—Bueno, entonces nos metemos ambos, o no se mete ninguno.
—Y... que tal si... ¿tu me la metes? —dijo la rubia divertida.
El abrió su boca divertido y se subió encima de ella. —con gusto. —aseguró para luego besarla.
Una vez que se habían quitado la mayor parte de la ropa, un teléfono sonó.
—No le des importancia. —murmuró la rubia. —porfavor.
El continuó besandola, pero el teléfono no dejaba de sonar. —maldición. —este se levantó apenas de la rubia, para tomar su teléfono y atender.
Betty, rápidamente corrió a Jughead y se subió a su regazo para moverse en círculos sobre el. —te amo. —le susurró mientras el chico hablaba con uno de sus amigos, tratando de calmar su respiración ante los movimientos de ella.
Esta beso su cuello, dejando pequeñas marcas, pero notables sin duda. Jughead cortó el teléfono y tomó sus muslos para apagarla más a el.—¿perdona? ¿acaso me has dejado marcas? —preguntó con una ceja alzada.
—Mhm. —asintió esta, quitando el miembro de Jughead de su bóxer.
El chico sonrío, pero su sonrisa se desvaneció una vez que entro en la rubia.
¿Cuando diablos ella le había puesto un condón?
Una vez que ambos se corrieron la rubia se acostó en recostó en su pecho, aún arriba de el sentados en la cama. —¿puedo ir contigo? —preguntó mientras calmaba su respiración.
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Right now | Bughead
FanficEra la típica historia cliché, dos adolescentes, el era de otro país e iba a vivir a la casa de ella por un intercambio. Todo fue tan rápido y extraño, Elizabeth jamás imaginaría que Jughead sería la primera persona en la que confiaría de nuevo lueg...