11.15 Te he odiado siempre

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Axel (el otro)

- ¿Así que esta es la puerta? – me pregunté a mi mismo retóricamente antes de tocarla.

Una puerta que parecía echa de hierro forjado, enorme a la par de pesada, una puerta que parecía encerrar posiblemente el tesoro más preciado para cualquier jugador de baloncesto.

Pase mis dedos ligeramente sobre ella, sintiendo el frio del hierro en la punta de mis dedos.

- Y se supone que aquí solo entran en los mejores ¿no? – le dije a Seijuro que estaba a mi lado.

- Aquí dentro solo pueden entrar cinco personas – me respondió mientras parecía que se disponía abrir la puerta con solo tocarla, con solo un empujón – aunque... esto dejara de ser así.

Akashi, antes de empujar la puerta me miro de arriba abajo con su mirada bicolor e incluso por un momento pareció apagar su ojo dorado.

- No tardes mucho...

Akashi cruzo la puerta prácticamente sin ningún problema, consiguiendo que algunos de los dentro le aclamaran y que otros le criticaran.

Puse mi mano y empujé la puerta.

- Mierda...

Pabellón nacional de Tokio

Axel (el otro)

Akashi se descolgaba del anillo para caer directamente en el parquet como si pesara una tonelada, yo mientras tanto, solo podía observar como la gravedad hacia su trabajo desde el suelo tirado, tumbado una vez más por la habilidad de Akashi.

- No tardes mucho – me dijo Akashi dándose la vuelta y volviendo a su zona de la pista.

Me levanté del suelo sin que nadie me ayudara, ni Yuu que parecía desear no estar allí en la pista, ni Kai que intentaba animar con más desesperación en la voz que esperanza y Carlos aunque ya más centrado, parecía estar pensando en otra cosa.

- No puedo tardar mucho... tengo que entrar en la segunda fase de la zona – susurré.

"Entonces moriremos" me respondió mi mente, "Se acabara todo para ti y para mí".

- Estoy dispuesto a pagar ese precio – le dije al Axel... bueno... - durante más de dos años no paramos de repetir su nombre, es hora de silenciarlo.

"Tenemos mucho más que eso, mucha más"

No me costó mucho silenciarle en mi interior a mi otro yo, él ya estaba derrotado, sin ganas de luchar, poco podía hacer contra mí y mi voluntad.

Pase mí ante brazo por mi frete para quitarme el sudor de ella.

- Es hora de dar el siguiente paso...

Mis ojos negros relampaguearon y seguido de eso comenzaron a brillar.

En las gradas

- Akashi como siempre parece imparable – dijo Ryota sentándose junto a Aomine y Satsuki que observaban de cerca en las gradas.

Satsuki y Aomine observaron al chico rubio como se sentaba con completa naturalidad al lado de ellos pero sin esa sonrisa que tanto lo solía caracterizar.

- Ahora mismo tengo la sensación de que ninguno de nosotros podría derrotarle – dijo Aomine – pero algo en mi interior me dice que Axel aún tiene mucho que contar.

Ryota se río.

- Literalmente aún queda la segunda parte.

- Pero nuestro Axel parece diferente desde hace un rato – dijo Satsuki mientras se fijaba en que se secaba el sudor de su frente con el ante brazo.

El baloncesto de la generación de los milagros - segunda temporadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora