Preparatoria Karasuno
Axel
¿Sabéis lo que se siente cuando ves a alguien a quien quieres dándote la espalda?, ¿Qué te miré a los ojos y no ver en ellos el mismo sentimiento que tú sientes?, ver como Hitoka salía corriendo del almacén me dejo bloqueado bajo la puerta del almacén, me sentí desafortunado, abandonado y maltratado por la vida. Satsuki, el baloncesto y ahora Hitoka.
"Ya sabes los que tienes que hacer".
- Me costaría la vida – susurré, dije de forma casi imperceptible.
Pero aunque apretaba los dientes de rabia, al momento no pude evitar enseñar una media sonrisa. Miré mi mano y me alegre, posiblemente eso sería lo más cerca que estaría jamás de Hitoka, de sentir su piel y su calor.
Comenzaba a hacer frío de verdad y una neblina espesa a aparecer entre los edificios de la preparatoria, y la única batalla que aún tenía al menos la posibilidad de luchar era la del baloncesto.
"Derrotar a Seijuro"
- Derrotar a Seijuro.
Me dirigí al gimnasio de baloncesto, que tal y como quedé con Carlos me llevo mi mochila y me esperaba junto a ella en el vestuario.
- ¿Cómo ha ido con Hitoka? – me preguntó como si supiese todo.
- ¿Cómo sabes que he estado con ella? – le pregunté más que extrañado.
- Fácil mi querido Axel, tú no te diste cuenta pero ella era la última que estaba recogiendo, por lo que supuse que os encontraríais en el almacén, o al menos cruzaros por el camino.
Le di un golpe en el hombro.
- Pues – volví a mirarme la mano – no todo lo bien que pudo haber sido, pero algo es algo.
Carlos se rio y salimos a la pista con el resto para entrenar.
- ¿Te has estado tomando las pastillas? – me preguntó Carlos antes de que cruzáramos la puerta, para mí ya era algo cansino que siempre me estuviera preguntando.
- Claro que si – le dije – ya verás cuando empecemos el entreno que no me podré ni los pedos.
- ¿Sí?
Me acerqué a mi mochila y saqué un frasco de plástico naranja, lo agité para demostrarle que estaba vacío.
- ¿Lo ves mamá? – le dije sarcástico – ya me he terminado uno de los frascos – y lo tiré a una papelera que había debajo de un lavamanos.
- Ojala tengas en la pista la misma puntería que ahora.
Ambos caminábamos hacia la pista cuando Carlos se puso serio, con esa expresión que reservaba solo para hablar de baloncesto.
- Mañana no vendré a clase ni al entreno – me dijo comenzó a estirar los brazos.
- ¿Por qué? – le pregunté extrañado.
- Quiero ir a la prefectura de Kanagawa – me dijo mi amigo – y esta a un par de horas de tren.
- ¿Qué se te ha perdido en la pre... Kaijo... - le dije dándome cuenta de por donde iban los tiros de mi amigo.
- Quiero conocer de primera mano, al que dentro de poco será el mejor de todos vosotros.
Las intenciones de Carlos me dejaron algo alterado, pero el entrenamiento de la tarde fue complicado para mí pese a todo, cada vez me costaba más ocultar lo que me pasaba y algunos compañeros comenzaban a sospechar, y aunque Carlos intentaba desviar la atención casi con cualquier cosa me resultaba imposible jugar como siempre y se notaba demasiado.
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El baloncesto de la generación de los milagros - segunda temporada
FanfictionLa generación de los milagros se ha separado por completo, rota, desintegrada, pero todos ellos siguen atados los unos a los otros por el juramento que le hicieron a su capitán, y otros, simplemente porque el destino quiere que se vuelvan a encontra...