9.16 Karasuno Vs Shutoku - Segunda parte

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Un año antes, Barcelona

Carlos

Salí del vestuario el primero para echar un vistazo a la pista antes de jugar, nos tocaba contra el Badalona, equipo que se había vuelto fuerte de golpe ya que formaron en su filial a dos jugadores que al igual que yo, estaban en el top diez de mejores jugadores de Europa, y también compañeros de la selección junior.

Al salir del túnel de vestuarios y entrar en la pista me maraville igual que siempre que venía.

- Me encanta este pabellón – susurré.

De los pocos pabellones del mundo en que las gradas están construidas alrededor de la pista en circuló, simulando una anilla que rodea el parqué.

Mi equipo salió con la ropa de calentamiento y comenzaron a hacer los ejercicios previos, el último de ellos fue Axel, que después de unas semanas en que lo paso realmente mal, consiguió que los entrenadores lo tuvieran en cuenta para las convocatorias, aún no había jugado un partido oficial pero al menos se hizo un hueco.

A unos metros vi como salía los jugadores del Badalona, entre ellos Ricardo, el mejor base que ha parido nuestro país y Rodrigo, un alero de último año de juniros que fue seleccionado en el Draft de la NBA para jugar allí el año siguiente.

<<Mierda>>, y ya no contamos con Adrián.

- De perdidos al rio – susurre una vez más y me marché para calentar.

Mientras tirábamos unas últimas canastas vi como los escasos metro setenta y cinco de Axel pasaban a mi lado, seguramente hoy, tampoco jugaría un solo minuto.

Le miré desde la línea de medio campo, sino conseguía dominar sus nuevas técnicas, sería poco probable que llegara a jugar esta temporada.

- ¿Dónde está ese famoso base medio japonés que juega con vosotros? – me pregunto Rodrigo acercándose hasta mí.

- El pequeñajo de ahí – le dije mientras le señalaba a Axel.

- Vaya, esperábamos que tuviera una altura más para jugar al baloncesto – dijo Ricardo sumándose a nosotros.

Saludé a mis dos compañeros de la selección con un apretón de manos, Rodrigo de metro noventa y cinco, y Ricardo de metro noventa.

- No es muy alto, pero guarda algún as bajo la manga – les medio mentí, posiblemente solo verían a Axel en acción si el entrenador daba por perdido el partido y quisiera darle minutos a Axel.

- Espero verlo de verdad – me dijo Ricardo – ¿Jugo con el famoso fantasma que tanto te obsesiona no?

Asentí con la cabeza, tampoco quería que olieran que tipos de habilidades podía tener mi compañero.

El árbitro indico un minuto para iniciar el encuentro.

- Nos vemos después del partido amigos – les dije.

Ricardo miró extrañado a Rodrigo buscando respuestas por mi frase, como él era más joven no lo entendía, nunca se lo había dicho, pero con Rodrigo que he jugado varias veces, sabe que me refiero a que no tengo amigos cuando juego en un partido.

El entrenador nos indicó el quinteto inicial, y como era de esperar Axel no estaba en él, lo miré y sus ojos negros parecían como siempre, impasibles y preocupados por no jugar, se notaba que ardía por poder salir a la pista a demostrar lo que sabe, pero aún no se daba el caso.

El baloncesto de la generación de los milagros - segunda temporadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora