Hace dos años
Teiko
Los mejores jugadores de primaria de baloncesto de toda la prefectura de Tokio y alrededores siempre intentan entrar en la escuela secundaria Teiko, todos aquellos que alguna vez han soñado con ser alguien en el mundo del baloncesto o simplemente disfrutan con este deporte hasta límites insospechados, por eso cada año cientos de estudiantes tocaban la puerta para intentar entrar al mejor equipo de baloncesto de secundaria de Japón.
Eran los primeros días de primavera, los entrenos de prueba sucedían a lo largo de toda la tarde y en uno de los grupos que corría por el rio solo tres mantenían el ritmo al capitán del primer equipo Nijimura Shuzo.
- El que quiera poder vestir el blanco de nuestras camisetas, primero deberá ganársela oscureciendo la suya – dijo el capitán acelerando el paso.
De entre los tres que aún eran capaces de seguirle, uno de ellos desistió al sentir que el capitán apretaba aún más y se dejo alcanzar por el resto del pelotón, mientras que un pelirrojo y otro moreno de ojos verdes sacaron fuerzas de donde nadie más tenía para seguirle.
El pelirrojo no aguantaba más, sus pulmones le quemaba, sus piernas le daban calambrazos intermitentes y poco a poco sentía como cada uno de sus músculos se apagaba, pero él estaba decidido a que antes moriría a verse superado por ese extranjero que aunque continuaba corriendo erguido y con orgullo, algo en su interior comenzaba a fallar.
Los dos jóvenes de primero llegaron escasos metros por detrás del capitán y entraron al pabellón de entrenamiento.
- ¡Cinco minutos y comenzamos el entrenamiento con balón! – gritó Nijinura - ¡Y los que no lleguen en los próximos minutos tendrán que mirar mientras continúan corriendo por dentro de la pista!
- ¡Si capitán! – gritó el moreno mientras que el pelirrojo solo dejo escapar un ligero sonido.
El moreno que continuaba erguido pese a que le dolía cada milímetro de su cuerpo, aunque sus respiración era entre cortada, no se agacho para descansar ni mucho menos hizo el amago de sentarse, por el contrario que el pelirrojo.
- ¡ho vamos! – gritó otro chico moreno con los ojos entre negros y azules – he llegado el primero.
- No has llegado el primero – le dijo el otro.
- Vamos Axel – le respondió un joven Aomine – sabes que en resistencia no vale la pena competir contra vosotros dos.
Aomine se estiro en el suelo y casi hizo tropezar a Midorima que venía detrás.
- Segundo – dijo levemente Midorima.
- ¿Es que acaso nadie nos cuenta a nosotros? – dio Axel para sí mismo mientras se limpiaba la boca con la camiseta.
El joven Axel se fijo en su nuevo compañero pelirrojo que aún no era capaz de incorporarse, parecía sufrir mucho en cada entreno y pese a que tenía la mirada llena de determinación parecía que se rendiría.
- ¡Vamos! – le dijo Axel estirándole una mano para ayudarle – Siempre orgullosos, siempre dignos.
El pelirrojo le miró confundido, llevaban cuatro entrenos y en ninguno habían hablado, pero en ese algo había cambiado.
- Es una chorrada que me invente hace poco – le dijo Axel rascándose la cabeza – pero me lo repito una y otra vez siempre que corro o no puedo con mi alma.
- ¿Qué?
- Si, ya sé que es una tontería como el monte Yuji pero... - Axel dudo en su respuesta – pero creo no solo es importante ser bueno, sino aparentar serlo.
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El baloncesto de la generación de los milagros - segunda temporada
FanfictionLa generación de los milagros se ha separado por completo, rota, desintegrada, pero todos ellos siguen atados los unos a los otros por el juramento que le hicieron a su capitán, y otros, simplemente porque el destino quiere que se vuelvan a encontra...