10.11 Fiesta de navidad - Tercera parte

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Akashi

Desde uno de los rascacielos más altos de la ciudad de Tokio, en uno de los pisos más lujosos que el dinero y la influencia pueden conseguir, Seijuro Akashi observa desde el otro lado de la cristalera de su habitación la inmensidad de una de las ciudades más modernas y con mayor tradición del mundo, se fija en las miles de luces que se encienden cada noche en las decenas de rascacielos y como están luchan contra la oscuridad impidiendo que en Tokio cierre la noche.

Pero el emperador de la generación de los milagros, el heredero de uno de los clanes familiares más poderosos del país no contempla la majestuosidad de la urbe por placer, sino para aplacar el inmenso dolor que conlleva que dos personalidades habiten en su interior, esas dos personalidades tan complejas como diferentes que combaten cada día por dominar la una a la otra, dos gigantes que luchan por la supervivencia de su ser.

- Una vez más Axel ha movido todas las piezas de la ecuación – dijo Akashi dirigiéndose al oscuro vació que estaba al otro lado de la cristalera – una vez más debemos reformular nuestros movimientos antes de volver a ganar.

En ese momento, los dos seres que habitan en Akashi mantienen la distancia, un equilibrio necesario para la salud de su huésped e imperioso para trazar el plan y continuar protegiendo lo que aman, para discutir como derrotar a todos y cada uno de sus antiguos compañeros, para volver a ser proclamado el emperador invicto.

"La intervención de Axel en el campamento de los equipos de Tokio ha hecho volver a Daiki y a despertado el verdadero potencial de Shintaro"

- También la perseverancia de Tetsuya será más fuerte que nunca tras reencontrarse con uno de sus motores de secundaria.

"Y el talento de Ryota y Atsushi no los podemos sub estimar".

Akashi que se reflejaba en la cristalera apoyo su cabeza en ella hasta poder ver de cerca sus ojos, para ver como su dicotomía ocular se acentuaba aún más y para sentir que su alma se hundía un poco más en esa extraña oscuridad que le dominaba desde hacía años, desde aquella tarde en Teiko en que paso de ser el capitán de la generación de los milagros al emperador de todos ellos.

- Y no podemos olvidarnos de él – dijo el emperador dirigiéndose al capitán – de ese maldito estorbo que por donde pasa tiene que moverlo todo.

"Sus armas están más que melladas y su alma prácticamente está rota, pero ambos sabemos que Axel aunque se enfrentara a un dios no desistiría en su voluntad, nunca dejara de luchar", el capitán Akashi, la parte de él que quedo sepultada ante la desesperación de perder el control sobre Teiko, volvía a manifestarse con mayor soltura, aprovechando el temor, no, más bien la fisura que dejaba el emperador ante la presencia de la única persona que nunca bajo la cabeza ante él.

- Tu eres el que mejor lo conoció, ¿Cómo le sometemos? – le preguntó el emperador dejando que el capitán volviera a tener presencia.

"¿Por qué temes a un jugador del que sabes que es inferior a ti?" se jacto el capitán antes de volver a sentarse en un banquillo rodeado de oscuridad y prácticamente desaparecer.

Akashi abrió los ojos, continuaba apoyando la cabeza en la cristalera y vio como un relámpago de grandes dimensiones destellaba en el horizonte, se acercaba una tormenta.

- Le temo... – Akashi guardo silencio porque era la primera vez que expresaba en voz alta un sentimiento como ese – porque he tenido un escalofrío, algo va mal...

Justo en ese momento alguien se despertó asustada en la cama de Akashi.

- ¡Mierda! – gritó Sofía al despertarse alarmada en la cama de Akashi y sacándolo de sus pensamientos - ¡Me he dormido y pronto llegara mi tío a casa y como no esté me mata!

El baloncesto de la generación de los milagros - segunda temporadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora