¡Muy buenas a tod@S!
¡Tercer día de la semana y tercera publicación, os dije que quería compensaros y en ello estoy!
¡Disfrutar del capitulo!
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Carlos en la actualidad
- Gracias por venir a recogerme – le dije a Kumiko dejando entre ver mi nerviosismo.
- No me las des Carlos, he dejado durmiendo a mis hijos y tardarías una eternidad en llegar a casa en bus – me dijo ella con completa naturalidad mientras comenzaba a acelerar el coche.
Estaba más nervioso que en cualquier otra situación en la que jamás me hubiese visto, en las pocas semanas que llevo en Japón, nunca he estado a solas con ella, siempre están sus hijos correteando o algunos de nosotros dos completamente ocupados, pero ahora, ambos estaríamos dentro del coche, probablemente una media hora, completamente solos.
Por mi cabeza pasaron decenas de pensamientos en unos pocos segundos, en todos ellos Kumiko acababa en mis brazos, "Vamos Carlos, olvídalo", pensé mientras movía la cabeza de un lado a otro, como si de esa manera fuera a liberarme de mis pensamientos sobre Kumiko.
Para poder distraerme pensé en Axel, estaba completamente seguro que le dijo a Kumiko que no quería venir con nosotros para dejarme solo con ella, y para eso ya lo dejo claro inventándose esas excusas tan malas, "¿me gusta coger el autobús?, que mierda de excusa más mala", pero no pude evitar preocuparme por él y mire por el retrovisor para ver cómo se ponía una mano en el corazón mientras nos alejábamos, "continua con esa tontería de...".
- ¿y cómo te ha ido el día Carlos? – me pregunto Kumiko con ese tono de voz tan característico que denotaba seguridad en cada silaba que decía.
Su pregunta interrumpió mi pensamiento sobre la situación de Axel, e hizo darme cuenta que pese a que me alegre de verla no me fije con detalle en ella por los nervios, sino que me centre en observar el comportamiento de mi amigo al dejarlo solo.
- Pues...
Me puse aún más nervioso aún al darme cuenta como vestía, Kumiko no estaba ataviada tan formal como solía hacer, más bien estaba con ropa cómoda, con un jersey granate oscuro que se ceñía a su cuerpo y unos vaqueros largos muy ajustados o al menos yo tenía esa sensación al ver marcado cada curva de su cuerpo, trague saliva e intenta tranquilizar mis pulsaciones.
- Ha ido mucho mejor de lo que pensaba – le conteste acomodándome en el asiento del copiloto – la primera impresión que me ha dado el instituto es buena y me ha gustado el equipo de baloncesto.
Kumiko a la vez que me escuchaba conducía concentrada en la carretera, su expresión de atención me enamoro aún más, pero esta era mucho más especial que las otras, en este momento, se notaba que estaba al natural, sin maquillaje ni arreglos, con una coleta que dejaba ver lo esbelto que es su cuello y con unas gafas de pasta que le daban un toque intelectual que conseguían que me diera más calor si cabía.
- No es el instituto que hubiese escogido para mis hijos... pero supongo que lo has hecho por tu amigo ¿no? – me dijo muy directa y durante un segundo dejo de mirar la carretera para dedicarme una mirada.
La pregunta era más que incomoda, si quería responderla de forma que se entendiera, debería de explicarle lo sucedido hace varios meses, contarle lo que me paso con Mireia y con Axel, y ahora mismo no me apetecía que lo supiera nadie, pero tampoco quiero parecer un imbécil que sigue a un amigo.
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El baloncesto de la generación de los milagros - segunda temporada
FanfictionLa generación de los milagros se ha separado por completo, rota, desintegrada, pero todos ellos siguen atados los unos a los otros por el juramento que le hicieron a su capitán, y otros, simplemente porque el destino quiere que se vuelvan a encontra...