8.2 Palabras que no se olvidan

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¡Muy buenas otra vez!

Como estuve tanto tiempo sin poder dedicaros tiempo, decidí que os recompensaría por partida doble, así que aquí tenéis una nueva entrega, pero esta vez dedicado a uno de los viejos amigos de Axel.

¡Espero que lo disfrutéis!

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Kise en la actualidad

El invierno era patente en la región de Kanagawa, hacía varias horas que el sol se escondió detrás del horizonte y el frío comenzaba a predominar en el ambiente, pero pese a todo, pese a la falta de luz y el frío, para el entrenador del mejor equipo de la prefectura, no era excusa para que sus muchachos no continuaran entrenando.

Genta Takeuchi se froto las manos, se las acerco a su boca y desprendió su vaho en un vano intento de calentarlas, "no podemos permitirnos volver a tener una derrota como la que tuvimos ante la Academia Too", pensó el entrenador mientras observaba correr a sus chicos.

- ¡Continuad corriendo! – grito cuando estos pasaron por delante de él

"Sus espíritus no soportarían una nueva derrota"

Los catorce integrantes del equipo corrían por fuera de las instalaciones, a la intemperie, aguantando el frio y manteniendo el tipo, corrían todos juntos, en harmonía, respetando cada uno su sitio y la veteranía de los mayores, nadie adelantaba a nadie, ninguno sobresalía por encima de los demás, todos siguiendo a su capitán, Kasamatsu, en quien confían para que les lidere a la victoria en la copa de invierno y enmendar su error en la inter escolar anterior.

Todos, menos su estrella, Ryota Kise, ex miembro de la generación de los milagros y a quien todos consideran la llave para alcanzar los objetivos del equipo, pero este, desinteresado en lo relacionado con el equipo, corre apartado del resto de sus compañeros varios metros por detrás, reflexionando sobre sus propios intereses y sobre sí mismo.

- ¡Vamos Ryota! –grito Genta para animarlo a alcanzar al resto - ¡tienes que igualar al resto!

Pero Ryota no reacciono al grito de su entrenador, apenas si pareció que lo oyó y continúo su ritmo sin variarlo lo más mínimo, "Bienvenido al equipo", resonó en la mente de la joven estrella al recordar la primera vez que se sintió realmente parte de un equipo, en Teiko.

El entrenador de Kaijo estaba preocupado por su mejor jugador, era consciente que varios miembros de su equipo aún no digerían la derrota, que cargaban con ella como una loza a sus espaldas, además sentía como estos estaban nerviosos y presionados, porque sabían que para muchos de ellos, esta copa de invierno, es la última oportunidad de ganar una competición nacional.

Genta observo su cronometro, sus chicos cada vez lo hacían mejor, pero no era suficiente para mejorar, "será una lástima tener que despedirme de muchos de ellos, sin haber conseguido los objetivos que nos propusimos hace tres años".

- ¡Sprint! – grito el entrenador - ¡Vamos sprint!

El equipo comenzó a correr a toda velocidad para dar la última vuelta alrededor del gimnasio, y Kise al igual que sus compañeros comenzó a correr a toda velocidad, "¿somos un equipo no?", Kise escucho la voz de Axel, con las mismas palabras que le dijo después de enfrentase a Shogo y abrirle las puertas a la generación de los milagros.

Kise lleno de rabia corrió con todas sus fuerzas, recortando los metros que le separaban de sus compañeros, y los adelanto por la izquierda, no soportaba correr, le recordaba demasiado a su amigo exiliado, y cada vez que lo hacían no podía parar de pensar en todas las palabras que le dedico Axel mientras jugaban en Teiko, pero lo que más le enojaba y le hacía perder los papeles no era recordar la actitud de compasión que siempre tenía este con él, sino saber que si Axel no hubiese hecho lo posible para sacar a Shogo del equipo, él nunca hubiese sido reconocido como un miembro de la generación de los milagros.

El baloncesto de la generación de los milagros - segunda temporadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora