Carlos
Japón en la actualidad
Sentía un cierto sabor amargo en la boca por las últimas palabras que pronuncie, palabras que utilice para cometer una vez más un error que estaba intentando corregir desde hacía tiempo, ese error que me llevo a cruzar medio mundo para aprender a controlarlo, mi prepotencia.
Axel y yo observamos como Kai se machaba por el pasillo y como su figura desaparecía entre la multitud de estudiantes que entraban a esa hora, mi sensación de que había creado un ambiente cargado y viciado en ese momento consiguió que me sintiera culpable y que no me atreviera a decirle nada a Axel, porque sabía que ese chico, Kai, para Axel representaba la llave para volver a su querido Japón.
- ¿me he vuelto a pasar verdad? – pregunte algo preocupado a Axel tras unos minutos de no movernos del lugar.
Vi como Axel hacia unos gestos extraños y ponía una serie de expresiones entre enfado y gracia, vamos una pequeña muestra del gran repertorio que tenía para mostrar sus emociones y opiniones dejándome claro que tampoco había sido para tanto como yo creía.
- Se supone que intentamos controlar tu excesiva obsesión... no por el baloncesto sino por competir y... - Axel se cruzó de brazos e imito a un personaje italiano bastante gracioso.
- Lo sé... mi excesivas ganas de demostrar que soy mejor que los demás... pero no puedo evitarlo – le dije con un cierto tono de lamento
Axel me dio una golpecito en la espalda y me sonrió.
- Tampoco es para tanto Carlos, te sorprendería la gran cantidad de muchachos que tienen exactamente estas reacciones aquí en Japón – y me dedico una amplia sonrisa.
- ¿en serio?
- Sobre todo uno que yo me se... - dijo en un tono de voz más para sí mismo
¿Con esa frase se refería a su antiguo compañero?, comenzamos a caminar hacia lo que sería nuestra aula durante los próximos meses.
- Además... - dejo la palabra suspendía en al aire mi amigo – posiblemente esa fusión entre obsesión, amor y competitividad te han llevado hasta aquí – dijo volviendo a la conversación.
Mientras Axel me decía eso, me fije que se llevaba la mano a su pecho, un gesto que hacía mucho últimamente, como si tratara de escuchar los latidos de su corazón.
- Bueno, es lo que quiero aprender a controlar – le dije
Ambos nos reíamos un poco comentado la expresión que puso su amigo Kai y no pude evitar pensar en que este pequeñajo que conocí hace año y medio fue precisamente lo que necesitaba en mi vida, no solo alguien que me entendiera, sino alguien que volviera a poner un sentido a mi vida y unos objetivos por lo que yo realmente quisiera luchar, y con esa alegría y con sus ganas de ayudarme, ahora estaba al otro lado del mundo intentando recuperarme a mí mismo... ¿y porque no?, también cuidando de él.
Axel
Barcelona, año y medio atrás.
Seguía escondido bajo mi edredón y no conseguía dormirme.
Maldije en voz baja mientras me reincorporaba en la cama y dirigí mi mirada hacia el balón, quería volver a jugar baloncesto en ese preciso momento y ya que no podría volver a dormir, baje a la calle a las cinco de la madrugada a jugar.
- Menudo capullo estas echo – susurre para mí mismo mientras bajaba las escaleras del bloque de pisos
Llegue al borde del parque donde estaban situadas las pistas de baloncesto y para mi sorpresa ya había alguien jugando allí, me quede durante unos segundos anonadado al ver que otra persona estaba tan loca como yo como para bajarse a entrenar durante la madrugada.
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El baloncesto de la generación de los milagros - segunda temporada
FanfictionLa generación de los milagros se ha separado por completo, rota, desintegrada, pero todos ellos siguen atados los unos a los otros por el juramento que le hicieron a su capitán, y otros, simplemente porque el destino quiere que se vuelvan a encontra...