9.15 Karasuno Vs Shutoku - Primera parte

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Al día siguiente de la "cita" entre Akashi y Sofía

Sofía

Por la mañana esperaba al capitán en una cafetería del centro de Kioto, aún no me podía creer lo que hicimos en el cambiador de aquella tienda de ropa, pero tampoco me arrepentía, disfrute de Akashi y casi me aseguraba que su familia no me quitaría la beca para continuar estudiando en Rakuzan.

Ojeaba distraída mi teléfono mientras esperaba cuando me llego un mensaje de un informador que tengo en Shutoku, un chico cualquiera fácil de manipular, ni siquiera era titular.

- Axel y Aomine se han peleado a puñetazos – susurre sorprendida – posiblemente los suspendan de la competición.

Parpadeé varias veces perpleja, <<Podía jurar que esos dos eran como hermanos>>, el camarero de la tienda me dejó un te delante de mí, de lo sorprendida que estaba casi no le doy ni las gracias, <<Seijuro ya le dejara una propina>>.

Busqué en las redes sociales si había algo relacionado con ese incidente, investigue en los perfiles de todos los jugadores de los equipos de Tokio y Karasuno, nada de nada, <<Ese incidente lo han tapado, ¿Pero realmente traerá consecuencias a esos equipos?>>.

Mientras miraba el teléfono sentí como la presencia de alguien con el ego enorme entraba en la cafetería. Akashi no era especialmente alto, metro setenta y cinco, pelirrojo y más fibroso que musculado, pero su presencia, su personalidad hacia que cuando entrara en un lugar todo el mundo se girara para mirarlo, incluso las camareras, mayores que nosotros se le quedaron mirando, alguna babeando.

- Buenos días – Akashi saludo a todo el personal.

<<Maldito Akashi, siempre actuando como si todo fuese suyo>>, me molesto que todas las camareras le respondieran, incluso algunas se agacharon tanto para la hacerle una reverencia que se les vio todo. <<Mierda>> pensé mientras me desabrochaba el primer botón de mi blusa.

- Hola Sofía – me dijo sentándose delante de mí.

No me extrañaba que siempre se le quedaran mirando, siempre vestía bien, ahora mismo llevaba un chaleco sin mangas tipo cacería, y debajo una camisa a juego, junto con su bufanda, estaba perfecto.

- Hola capitán – le respondí, al parecer actuaría como si no hubiese sucedido nada ayer.

- ¿Te sucede algo? – me pregunto mientras se quitaba la bufanda.

Me lo quedé mirando por un segundo, no quería que se diera cuenta que era capaz de ponerme celosa, apreté lo dientes, pero no podía quedarme callada.

- ¿Siempre tienes que actuar como si todo fueses tuyo? – le pregunte algo borde.

Akashi parecía confundido, como si le hubiese molestado mi pregunta, en ese momento una de las camareras que casi se le sale todo en su reverencia se acercó.

- ¿Lo de siempre señor Akashi? – le pregunto muy familiar.

Akashi primero levanto una mano y no paró de mirarme.

- Perdona un momento – dije yo descontrolándome un poco, dejando que ese gen de loca de mi familia aflorara - ¿Por qué esa familiaridad con él?

La camarera se quedó parada, casis petrificada, mientras que Akashi no se movió, pero en su expresión parecía que disfrutaba.

- Él es Seijuro Akashi, es el hijo del Señor Akashi – la camarera trago saliva nerviosa – dueño de toda la línea de esta cafetería.

El baloncesto de la generación de los milagros - segunda temporadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora