El baloncesto de la generación de los milagros - segunda temporada

9.18 Karasuno Vs Shutoku - Cuarta parte

Karasuno Vs Shutoku

Shintaro Midorima

Me ajuste mis lentes, era evidente que el capitán de Karasuno acabaría dejando entrar a Axel, al final de cuentas, forma parte de la generación de los milagros y es uno de los mejores de Japón.

Axel cambio con Yuu y vi como chocaba los puños con Carlos, sonreí, por algún extraño motivo me siento bien por verle de vuelta, aunque sea como adversario.

- ¿Podrás jugar bien contra él? – me pregunto Takao colocándose a mi derecha.

Miré mi bolsa de deporte que estaba cerca del banquillo, allí dentro tenía una pequeña bolsa donde guardaba uno de mis más preciados objetos de las suerte, la cinta roja Kumihimo del santuario Miyamizu de Itomori, aquella que hace años Axel y yo sostuvimos durante un momento en el vestuario de Teiko.

Recuerdo que cuando ambos la sostuvimos, cuando le explique lo que quería decir la cinta se rio y la soltó.

- ¿Shin-chan? – me pregunto Takao al no responderle – sé que tienes debilidad por él.

En ese momento, Axel se rio ante la expectativa de que él y yo pudiéramos estar juntos, seguro que a él nunca se le ha pasado por la cabeza estar con una persona de su mismo sexo, pero estoy seguro que antes de que se riera, antes de que soltara la cinta y me diera la espalda... se le dilataron las pupilas en sus ojos verdes. Posiblemente si no fuera por esa relación obsesiva que tiene que Satsuki... <<No, la tendría con otra>>.

- Claro que podré Takao – le dije a mi amigo estirándole el puño – desde el mismo momento en que Axel y yo aceptamos ser amigos, me di cuenta que estamos destinados a ser adversarios en el baloncesto, el resto de nuestras vidas.

Takao me devolvió el choque de puños, <<Destino y voluntad>>. A mí cabeza vinieron recuerdos que guardo con mucho celo en mi mente, conocer a mis antiguos compañeros de Teiko, ver como Axel tiraba del equipo muchas veces, como me ayudo a no rendirme cuando todo cambio, aquel día bajo la lluvia en que él lloró.

Ya no somos destino y voluntad, ahora toca saber realmente quien de los dos tiene razón, si él que siempre lucha por conseguir lo que quiere pese a la situación o yo, que creo que solo conseguimos aquello a lo que estamos destinados.

- Vamos Axel – susurre emocionado – quiero ver el al fantasma.

En la residencia donde se hospedan los mejores equipos de Tokio

Daiki Aomine

No me apetecía ver el partido entre Axel y Midorima, me quedé fuera del pabellón sentado en un banco sintiendo como el sol me calentaba la piel, descansando de una noche en que apenas había podido dormir y para nada quería ver a Satsuki.

"¡Te voy a derrotar Aomine!, ¡Me quedare con Satsuki! ¡Y CON TU BALONCESTO!", los gritos de Axel retumbaban en mi cabeza, su mirada de desesperación, su expresión llena de ira, mi amigo estaba echo un verdadero demonio en ese momento, y fueron esos ojos los que no me dejaron dormir por la noche.

- ¿Y yo? – me pregunté a mí mismo - ¿En qué me he transformado yo?

Miré mis manos, aún temblaban y no podía controlarlas, << ¿De verdad estaba dispuesto a golpear a quien fue mi mejor amigo? >>, Moví la cabeza de lado a lado al recordar que con mi empujón Axel salió despedido por la puerta de papel y calló de espaldas.