Estoy intentando mantener la calma. Pero es que con ella no puedo. Es que no podía ni hablarle. Se está pensando en que estoy enfadado o algo con ella, y no es así. Es la primera vez que una mujer me pone tan nervioso. Espero que salga del coche y le pongo un brazo en la cintura para guiarla. A estas horas todavía no hay mucha gente, así que la llevo hasta una mesa hacia el fondo del local. Nos sentamos uno enfrente del otro. Ella coge la carta y aprovecho para mirarla. Me encanta como se muerde los labios cuando está nerviosa. Hoy está tan guapa y encima me ha dicho que se ha hecho un tatuaje. Me siento mal. Mal porque tiene 20 años y pienso que aún es una cría. Aunque María siempre ha sido muy madura para su edad. Cuando era pequeña teníamos largas conversaciones que me dejaban alucinado por su forma de pensar. Siempre que pienso en el pasado, ella está ahí.
- Mario -me dice ella sacándome de mis pensamientos
- ¿Qué? -le digo algo brusco. No quería que sonara así- perdona, dime
- ¿Me has pedido perdón? ¿Tienes fiebre? -María pone su mano en mi frente. Suspiro porque su mano es muy suave
- Cuando quieres eres más tonta
- Y cuando no soy arrebatadora -me dice sacándome la lengua- venga, pide algo que a mi me gusta todo
- ¿Quieres algo para los dos? -le pregunto intentando sonar despreocupado
- Oh, dios -me dice llevándose las manos al pecho- ¡voy a compartir algo con Mario Hermoso¡ Creo que me muero
La miro y me río. Tengo que admitirlo. María es muy divertida. Con ella nunca me aburro. La miro y ruedo mis ojos. Llamo a la camarera y le pido un helado especial con mucho chocolate, porque sé que a ella le encanta ese sabor.
- ¿Me vas a contar lo del tatuaje? -le pregunto mirándola a los ojos
- ¿Vas a chivarte?
- No
- Me lo hice en Londres, una noche...un poco loca
- ¿La perfecta y prudente María teniendo una noche loca? -le digo alzando mis cejas
- Ja, ja, ja -me dice sonriendo. Dios, que labios tan hermosos tiene. Aún recuerdo el beso que le dí la noche de mi despedida de soltero y aún me excito de pensarlo- no soy perfecta Mario
- ¿Dónde lo tienes? -le pregunto muy curioso
- Pues en un sitio que sólo puede verse si me quitan las bragas -responde ella mordiéndose los labios. Yo reprimo un jadeo y mis ojos se abren como platos
- Vale, borra lo que he dicho. Eres un demonio
- Lo sé -María se ríe. Hablamos un poco más de Londres. La camarera llega con nuestro helado y ella abre los ojos como platos.
- ¡Por dios! Que cosa más rica
Joder. No, ella si que es una cosa rica. Maria se relame los labios mirando el helado. Coge una cuchara y me mira pidiéndome permiso. Asiento y ella lo prueba. Se mete la cuchara en la boca y gime extasiada. Y yo a estas alturas estoy más duro que una piedra. Tengo la polla que me va a estallar en los pantalones. Cojo la otra cuchara y pruebo el helado. Está realmente buenísimo. Alzó mis ojos y veo a María que me mira.
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No logro olvidarme de tu boca (Cross 5)
RomanceMario hermoso está cansado de que las mujeres lo utilicen. En su vida hace mucho tiempo que no hay sitio para el amor. Después de un matrimonio fallido, juró que jamás volvería a casarse y mucho menos entregarle su corazón a nadie. Aunque a la única...