39. Aunque tú no me quieras

2.6K 123 97
                                    


Estoy muy preocupada por Mario

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Estoy muy preocupada por Mario. Koke dice que salió de la Ciudad deportiva muy rápido y ni siquiera quiso hablar con él. Lo he llamado y no me coge el teléfono así que he decidido ir a su casa. Otra vez estoy sintiendo esa molesta punzada en mi vientre. Tienen que ser los nervios. Pero me duele bastante cuando me da.

Estoy llamando al timbre con insistencia y me abre después de varios minutos. Me quedo sorprendida al verlo. Está despeinado, los ojos están muy rojos y está descalzo con la camisa por fuera del pantalón.

- ¡Hombre! Si está aquí mi enamorada –me dice Mario mientras le pega un trago a una botella que tenía escondida en su mano izquierda- pasa bonita, que nos vamos a divertir un rato

Está borracho y no me gusta nada verlo así. Me abre la puerta y yo paso hacia dentro. La cierro y sin darme tiempo a reaccionar me acorrala contra la pared. Huele mucho a alcohol. Es desagradable verlo así borracho. Va a darme un beso y yo giro mi cara acabando sus labios en mi mejilla.

- ¿Qué te pasa ahora? ¿Te has vuelto delicada?

- Estás borracho

- ¡No me digas! Es que eres más lista –Mario anda por el pasillo. Voy detrás de él y al llegar al comedor se deja caer en el sofá

- No me cogías el teléfono. Ni a mi ni a Koke –le digo cruzando los brazos enfrente suya- y a él lo has ignorado en La Ciudad Deportiva ¿que ha pasado?

- No te importa Maria. Son mis mierdas, no te metas - me dice mientras le da otro trago a la botella

- Pues mira si que me importa, y deja ya de beber joder... - estoy tan cabreada de verlo así. Intento quitarle la botella y él me esquiva la mano mirándome furioso

- ¡No me sale de los cojones dejar de beber! ¡Para eso estoy en mi casa! Asi que si no te gusta, ya sabes donde esta la puerta bonita

- No me pienso ir y dejarte solo, gilipollas - le respondo yo también muy enfadada. Es la primera vez que lo veo así y me temo que la conversación con su madre no ha ido muy bien que digamos.

- Pues a lo mejor yo no quiero que estés aquí

- Pues te jodes - le digo cada vez más enfadada

- ¡Lárgate de mi casa Maria! -me chilla Mario poniéndose recto en el sofá

- ¡No me da la gana! -le respondo yo al mismo nivel

- ¡Que te largues te digo! - Mario se pone de pie y cada vez está más cerca. No me da ningún miedo verlo así delante de mi. Sé que él jamás me haría daño

- ¡Que te he dicho que no! -le digo casi pegando mi cara con la suya

- Joder. Eres como una puta lapa, todo el día pegada a mi - vale si, eso me está doliendo. Si se trata de hacerme daño para que me vaya, lo lleva claro - ¿porque coño no me dejas? Eh, ¿porque?

No logro olvidarme de tu boca (Cross 5)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora